VALÈNCIA. (EP) El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Ferrán Bel, ha anunciado en una rueda de prensa que los cuatro diputados de su partido votarán este jueves en el Pleno del Congreso a favor de la convalidación en el Congreso del decreto de la reforma laboral, lo que sitúa al Gobierno al filo de la mayoría absoluta.
En su comparecencia, Bel ha destacado que el PDeCAT llevaba en su propio programa electoral la aprobación de una reforma consensuada en el diálogo social, por lo que ha justificado el respaldo de su formación a esta reforma, pactada entre la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT.
"Si los sindicatos y las empresas, renunciando a sus postulados iniciales, son capaces de consensuar una posición, esto debería tenerse en cuenta de forma muy significativa", ha explicado, señalando que, en todo caso, no comparten todo el contenido.
Además, ha realizado una valoración "positiva" del contenido, tanto la recuperación de la ultraactividad como la prevalencia del convenio de sector respecto al de empresa, pero también de las cosas que esta reforma, ha dicho, no modifica, como la indemnización por despido, o el régimen de salarios de tramitación, "líneas rojas" para esta formación, ha dicho.
Por otro lado, Bel ha señalado que la derogación supondría "inestabilidad absoluta" en el mercado de trabajo, el incumplimiento del Estado con la Comisión Europea, pondría en riesgo los fondos europeos y afectaría al diálogo social.
También ha rechazado la tramitación como proyecto de ley, pues cree que "generaría muchísima más incertidumbre e inestabilidad en momento complicadísimo". Además, cree que "vistas las reivindicaciones de algunas formaciones", considera que "el resultado podría ser mucho peor".
Finalmente, Bel ha asegurado que con el Ministerio de Trabajo ha acordado un seguimiento de situaciones concretas en la puesta en práctica de la reforma, por la reducción del menú de contratos en sectores como el tercer sector, el artístico o la investigación, con el fin de hacer ajustes en un futuro.
El respaldo de los cuatro diputados del PDeCAT elevan a 174 los apoyos a la convalidación de la reforma, a uno tan solo de la mayoría absoluta en un Congreso con 349 diputados --uno menos, al no haber sustituido el escaño de Alberto Rodríguez, inhabilitado tras ser condenado por el Tribunal Supremo--.
De esta forma, el Gobierno tiene a su alcance la mayoría suficiente para lograr la convalidación del decreto ley sin necesidad de modificarlo, tal y como le exigen socios como ERC y EH-Bildu, que quieren llevar más lejos la reforma, o el PNV, en menor medida.
A los 154 votos que suman PSOE y Unidas Podemos, el Gobierno ha asegurado ya el voto a favor de Más País-Equo (2) y Compromís, Nueva Canarias, el Partido Regionalista Cántabro y Teruel Existe, con un voto cada uno.
Asimismo, Ciudadanos (9 diputados) y Coalición Canaria (1) también han trasladado también su disposición a apoyar el decreto ley si no se producen modificaciones y se respeta el acuerdo con la patronal y los principales sindicatos.
También UPN, con dos diputados, había mostrado su disposición a avalar la reforma, bien con su apoyo o su abstención, reconociendo el acuerdo alcanzado con la patronal y los principales sindicatos. De hecho, la formación navarra, socio electoral del PP, seguía negociando con el Gobierno este miércoles con la única línea roja de que no hubiera un acuerdo de última hora del Ejecutivo con los nacionalistas.
En el bloque el 'No' se mantienen el PP (88 diputados), Vox (52), Foro Asturias (1) y Junts (4), a los que parece que se sumarán Esquerra Republicana (13), EH-Bildu (5), la CUP (2) y el BNG (1), que han advertido de que votarán en contra si el Gobierno mantiene su negativa a modificar el la reforma pactada por patronal y sindicatos.
Todos esos partidos suman 166 diputados que podrían sumarse a 167 con el exdiputado de Ciudadanos Pablo Cambronero, adscrito al Grupo Mixto, y a 173 con el PNV, una formación que ya ha dicho que sin un cambio legislativo que blinde los convenios autonómicos su voto será un 'no'.
El Ejecutivo autonómico llega a un acuerdo con el central por el artículo que todavía permitía los contratos por obra y servicio, que chocaba con la reforma laboral