MADRID, (EP). Las precauciones en el agua y con el sol son claves para que los niños disfruten de un verano sin riesgos, de ahí que la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) recomiende a los padres no perderles de vista mientras se están bañando y aplicarles crema solar media hora antes de estar al sol.
Lo recomendable, según recuerda esta entidad en su web 'Familia y Salud', es que los menores se bañen siempre acompañados ya que "es más divertido" y los menores "podrán pedir ayuda si tienen algún problema". Y en caso de quedarse en la orilla, aconsejan a los padres no perder de vista a los menores en ningún momento, asegurarse de que ellos puedan verte y no dejarles al cuidado de otros niños.
"Cuidado: todos los años mueren niños ahogados por falta de supervisión", ha destacado la AEPap, que insiste en la necesidad de inculcar desde pequeños a los menores la importancia de conocer y respetar las zonas de baño y las señales de advertencia, así como las indicaciones de las banderas en la playa.
Y al mismo tiempo, y dado que los padres son el mejor ejemplo para los niños, les aconsejan no meterse "de forma brusca en el agua" ni tirarse de cabeza sin comprobar antes la profundidad.
En lo que respecta a la protección solar, aconsejan utilizar siempre cremas protectoras solares, con factor 15 o superior y aplicarlas 30 minutos antes de estar expuesto al sol, cada dos horas y después del baño. También ven necesario proteger sus hijos con gafas de sol, darles de beber agua de forma continua y procurar que estén a la sombra.
Por otro lado, la AEPap también ha elaborado un 'Decálogo del niño viajero' que incluye algunas normas básicas a tener en cuenta antes de viajar para disfrutar al máximo, como la importancia de informarse acerca de las vacunas necesarias y asegurarse de que los niños tienen todas las dosis de vacunas correspondientes para su edad.
Junto a estas hay otras que pueden ser necesarias, según el destino (fiebre amarilla, hepatitis A, fiebre tifoidea, cólera, etcétera), y por ello se trata de completar el número de dosis adecuadas en el mínimo tiempo posible antes del viaje.
Además es recomendable preparar y llevar un botiquín en el que guardar cosas tan básicas como un termómetro, tiritas, suero oral o ibuprofeno o protegerse frente al calor, así como la tarjeta sanitaria europea o un seguro de viaje si vas a salir al extranjero.