El líder del PSOE centró los ataques contra los populares ridiculizando a Rajoy en su mitin central en Valencia, en el que además apeló al voto útil y a la figura de Felipe González
VALENCIA. Echando mano de autobuses de las agrupaciones locales de la Comunitat, el PSOE llenó ayer el pabellón de 'La Fonteta'. El mitin central y más multitudinario de los socialistas consiguió congregar a más de 8.000 personas para ver y oír a Pedro Sánchez.
Entre banderas rojas con el lema del partido, un par de enseñas republicanas y alguna bandera con el anterior símbolo socialista, la rosa y el puño, llegó el aspirante a la Moncloa por el PSOE, arropado por el president de la Generalitat, Ximo Puig, la número 1 por Valencia, Ana Botella y numerosos diputados autonómicos del PSPV.
Los socialistas amenizaron la espera a su candidato a la Moncloa con el grupo Bajoqueta Rock y con la sociedad musical socialista. Un mitin con éxitos populares como 'Paquito el chocolatero' y 'tirate de la moto' para animar al votante del PSOE en el último domingo de campaña electoral. En un mitin con pleno ambiente festivo no faltaron alusiones y bromas respecto al lugar en el que se celebraba, la sede del Valencia Basket, tanto por parte del jefe del Consell como de los asistentes, que animaban a su líder nacional a 'echarse' unas canastas. El propio Sánchez participaba de estos comentarios espontáneos que venían de un público entusiasmado con su candidato.
No hubo demasiadas alusiones a partidos políticos que no fueran el PP. El líder socialista tenía un enemigo claro al que dirigir sus ataques durante el mitin: el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Sánchez empleó como artillería contra el popular los escándalos de corrupción del partido que gobierna, especialmente centrado en el 'caso Bárcenas'.
La palabra corrupción se repitió incontables veces en boca de Sánchez contra Rajoy. "Es en lo único que no recortan", añadió también. Sánchez se refirió en numerosas ocasiones al todavía presidente del gobierno como "el amigo de Bárcenas" y a la "política de sobres del PP". Incluso llegó a decir que a los populares les "sobra tanta corrupción que la exportan" en un discurso que parecía anticipar el cara a cara con Rajoy que se televisa esta noche. El debate también le sirvió como munición contra el líder popular, de quien dijo que cuyo único temor al respecto era "que no aparezca" por el plató.
La intervención de Sánchez parecía dirigida a las redes, en la que utilizaba frases cortas y con gancho para su votante, que se prestaban al tuit fácil, siguiendo el camino que abrió el pasado año con su campaña "Pdro Snchz", que resultó un éxito -al menos en número de repeticiones- en las redes sociales. Algunas frases como "al contrario que el PP, nuestra patria no es Andorra ni suiza, son los comedores, las becas, la gente" o "el cambio que empezamos el 24 de mayo lo culminaremos el 20 de diciembre" destacan entre las locuciones más abuntantes en la red social con el hagstag "#PedroSanchezCV".
Continuó el líder socialista ridiculizando a su oponente más directo en un mitin en el que relegó al resto de partidos a los que aparentemente no teme como amenaza. Sánchez elaboró una especie de catálogo con las 'grandes frases' de Mariano Rajoy, a las que el socialista añadía su toque. Así, de nuevo alineándose con el mensaje para redes, resonó por el pabellón "una taza es una taza (...) y un sobre es un sobre" o, de nuevo con la vajilla sobre la mesa y esta vez con rima, "una taza es una taza, un vaso es un vaso y usted, señor Rajoy es un fracaso".
Tras destripar más de un escándalo de corrupción, los socialistas volvieron a apelar al voto útil, erigiéndose como única alternativa del cambio. "Este frente anti-PSOE (como denominó al resto de partidos) demuestra que hay dos alternativas: una por el cambio, el PSOE y la otra, que es darle cuatro años más a Rajoy" dijo el candidato socialista.
Respecto a este frente, Sánchez insistió en que "algunos vienen de nuevas y quieren hacer lo que ya hemos hecho" mientras que otros se limitan a "quitar el busto del rey de los ayuntamientos" en referencia a Ciudadanos y Podemos.
La campaña socialista también se mostró nostálgica de sus primer presidente del Gobierno. Tanto por los mensajes que repetía Sánchez, en referencia al "voto por el cambio", lema de Felipe González en la campaña de 1982, como por las alusiones concretas al expresidente. ""Todo lo que se ha hecho bien lleva el sello del PSOE" afirmó Sánchez.
Quiso acercarse al voto femenino haciendo repaso a la legislación del PSOE que posteriormente modificó o eliminó el PP. Así, habló de la ley del aborto, de la igualdad salarial y de la violencia de género. En este espacio de aproximación se dirigió también contra el líder de C's, Albert Rivera, a quién recomendó "pensar también las ciudadanas" y acusó de ser similar al PP. Hizo un repaso además a cuántas cabezas de lista mujeres figuran en cada candidatura, lista que el PSOE lidera.
Finalmente, tras un repaso a la gestión del PP en esta legislatura, que no dejó ni mucho menos en buen lugar al presidente del gobierno, y después de autoproclamarse garante de los valores de la izquierda y protector de la clase trabajadora, de las mujeres, de los jóvenes y de los dependientes, Sánchez se despidió arropado por la militancia valenciana.