VALÈNCIA (VP). “Hemos perdido un año de promoción turística”, ha lamentado Pere Antoni, alcalde de Canet d’en Berenguer, que se ha convertido en una de las cabezas visible del plantón de las localidades turísticas afectadas por la decisión unilateral de la Diputación de Valencia y la Generalitat de suprimir su presencia durante los tres primeros días de la Feria internacional de Turismo (Fitur), que abrió sus puertas en Madrid el pasado miércoles. “Pese a las dificultades, estamos haciendo nuestro trabajo, pero desde luego este ha sido el peor año para nosotros”.
Antoni se refirió en sus críticas a la decisión de la Diputación de Valencia, que se tomó sin consultar a los y las afectadas, de eliminar los stands de las localidades turísticas. “El diseño es muy bonito, pero no hay nada detrás; el personal muy amable, pero no se conocen las características de cada destino, porque eso es imposible. Al final, nos han obligado a luchar por compartir entre todos una mesa, de apenas una par de metros, donde cada uno tenía que buscar su hueco para poner sus folletos”.
Sobre la decisión de no acudir a la visita del presidente de la Generalitat Carlos Mazón, “es algo que hubiéramos preferido no hacer. En Canet tenemos muy claro que la cuestión de la promoción turística no puede estar dentro del debate político, es un tema en el que deberíamos ir todos de la mano. Lamentablemente, ni la Diputación ni la Generalitat lo entienden así”, añadió.
Por último, el alcalde de Canet aseguró que “espero que la administración valenciana dé marcha atrás en esta decisión que se ha demostrado equivocada, vuelva a la senda de diálogo, y reestablezca el modelo anterior que es el que ha funcionado siempre y no había necesidad de cambiar”.