EL CUDOLET / OPINIÓN

Philippe Nieuwbourg: el mago de las mermeladas a la valenciana

13/11/2021 - 

A Philippe lo descubrí este verano en uno de mis desplazamientos por mi patria chica. Sigo sin salir de ella, y eso que cada vez se va estrechando más. Circular en vehículo a motor por la ciudad genera ansiedad. València tiene muchas virtudes, también muchos defectos. Philippe me sedujo en un primer momento pese a ser francés. Lo encontré en la carretera, el vis a vis fue algo kitch. Se movía en un oscuro monovolumen, acompañado de su esposa. No lo veo desplazándose en autocaravana. Buscaba productos locales, manufacturados en el arenal de El Recatí. El tomate estaba en su agenda diaria, no requería la receta, solo necesitaba que fuese, orgánico, sano, natural y sin químicos.

Este caballero parisino lleva afincado al Cap i Casal desde el 2020. Un trotamundos. Un valor en alza. No hace falta resucitar a Cristóbal Colón para descubrir la excelente labor que está realizando a los valencianos. El druida de la mermelada y el paté empezó a cocinar a los cinco años gracias a su madre, aunque su vida laboral le ha deparado otros menesteres. Se ha ganado la vida con el periodismo y la informática, nada y nada menos que durante treinta años. Ha viajado mucho. Canadá y Perú, sus países de referencia. Como Julie, podría perfectamente dirigir un programa de cocina de La 2 de TVE. Tiene encanto.Le va el tema.

Decidí visitar sus cocinas unos meses después de presentarme. De enroscarme a su trabajo. Es un tipo que despierta interés. Me enseñó el día de la cita un libro de Francaise Bernard. Un texto con recetas sencillas. Un libro de cocina tradicional. Le gusta ese nuevo y renovado concepto del cocooking. Algo de cooperativismo lleva en la sangre. Me sorprendió gratamente su ideario. “ Recetas francesas elaboradas con productos frescos y locales”. Por sus venas silba la Marsellesa.

Philippe se ha instalado en la València central abriendo un pequeño negocio culinario muy cerca de la Plaza de la Reina dando de comer esas bravas recetas francesas envasadas al vacío. Enamoran. Lo hace con mucho gusto. Pero lo que realmente le hace grande a este desciendiente del Mariscal Suchet es la búsqueda por cualquier camino o campo un producto de los nuestros. El día de la entrevista bromeaba con él por si sabía  elaborar mermelada de chufa. Si lo lograba le prometí que restablezcia el ducado de L' Albufera. Un titulo que le otorgaría yo mismo. Está derogado.

Con resiganción le cuesta mucho encontrar el inigualable y rico queso francés. O la vainilla. Todo esto de cocinar a la francesa le hace recordar su tiempo en Francia, su patria chica, la de su madre. Estima València. Y eso es lo que me importa de él, el saber que no hace falta lucir una pulsera o bandera. Philippe ha demostrado más por esta ciudad que otros muchos falsos patriotas. Pues eso, si tiene tiempo descubra la cocina de Philippe, eso sí, caminando porque ir en coche se está poniendo muy caro...