VALÈNCIA. La diputada de Podem Pilar Lima anunció esta semana que se postulaba para liderar la formación morada en la Comunitat Valenciana. No obstante y con anterioridad, la parlamentaria también tomará parte en el proceso de selección de miembros del Consejo Ciudadano Estatal (CCE) que se ratificará en el Vistalegre III.
Es decir, Lima buscará formar parte de la dirección nacional del partido que presumiblemente capitaneará Pablo Iglesias antes de enfrentarse a las primarias autonómicas, dado que aunque se han presentado una decena de aspirantes, todo apunta a victoria sencilla por parte del actual secretaria general.
Al igual que Lima, también se han presentado a este proceso estatal otros dirigentes cercanos a Iglesias que ya han militado en ese órgano y que, además, han mostrado su simpatía por la candidatura de Lima para liderar Podemos en la Comunitat, como es el caso del director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Héctor Illueca; la directora de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial, Rita Bosaho, o Esther Sanz.
La maniobra de la diputada era comentada este miércoles desde distintos sectores de la formación morada, que cuestionaban que la misma semana la parlamentaria haya decidido concurrir a un proceso autonómico y, a la vez, a uno estatal. "O apuestas por una cosa u otra", manifestaban fuentes de la formación a Valencia Plaza. Una maniobra que entendían, por tanto, dentro de la lógica estratégica de 'poner huevos en todas las cestas'.
Si Lima resultara elegida en el proceso nacional y pasa a formar parte de la dirección de Iglesias, podría -con la ayuda de los compañeros mencionados- reforzar su figura dentro del 'pablismo' de cara a las primarias autonómicas e, incluso, presentarse al proceso de la Comunitat Valenciana sin renunciar al puesto en el órgano estatal y así mantenerlo si no lograra el liderazgo de la formación.
En caso de que no lograra un puesto en la dirección nacional pero sí alcanzara la Secretaría General y se convirtiera en la sucesora de Antonio Estañ, de hecho, se convertiría en miembro nato del CCE.
Existiría también un tercer supuesto: si logra el objetivo de entrar en la dirección estatal, podría renunciar a presentarse a las primarias de la Comunitat Valenciana si no confía en disponer de apoyos suficientes y permanecer en el órgano nacional estrechando sus vínculos en Madrid. Una coyuntura nada descabellada si se tiene en cuenta la reacción que despertó su anuncio este mismo lunes en algunos compañeros de partido. En definitiva, una táctica pensada, tal y como la califican en el seno de la formación, bajo la filosofía del win-win.