No iba a ser una noche típica, llena de tópicos. Esas fueron las primeras palabras del maestro de ceremonia, Jorge Luengo, durante la gala de celebración del 50 aniversario de Pinturas Isaval
VALÈNCIA. Si algo ha demostrado la compañía valenciana, referente a nivel nacional e internacional, es su apuesta firme por la innovación, la creatividad, el compromiso, el “saber escuchar”, y, sobre todo, la apuesta por las personas; desde los trabajadores, clientes, proveedores e instituciones, hasta los fundadores.
Y así quedó ejemplificado entre sus casi 400 invitados que no quisieron perderse en el Palacio de Congresos de Valencia tan señalado evento. Y es que fue realmente sorprendente poder contar entre los asistentes con proveedores, trabajadores y clientes que después de 50 años siguen acompañando a Pinturas Isaval día a día, codo con codo, bajo un mismo lema, “Pintar Juntos”.
Porque en Pinturas Isaval, todo el mundo pinta, y mucho. Ese fue el eje principal del discurso de Santiago Vallejo, presidente de Pinturas Isaval. Para Santiago “los mejores embajadores de la marca Isaval son los que a diario dan la cara por nuestros fabricados, bien detrás de un mostrador, bien empuñando un rodillo, nuestros queridos clientes”.
En su discurso, el presidente de la compañía quiso hablar también de futuro. Reconoció que se está dando paso a un modelo de empresa con grandes profesionales que no se apellidan Vallejo, al frente de la compañía y de sus departamentos a los que día a día se les pide que nunca pierdan la esencia de lo que ha sido Isaval, y que es el mejor valor que les caracteriza, ser un empresa humana y cercana, honesta en sus relaciones tanto internas, como con proveedores, clientes o competidores.
La empresa, cumple los 50 en su mejor momento, tras haber sorteado momentos complicados generando empleo y fortaleciendo su expansión internacional, invirtiendo en su modernización y basando su desarrollo en la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías.
Durante la ceremonia de gala se homenajeó también, como no podía ser de otra forma, a los fundadores, Isaac, Pascual y Victor Vallejo, y a sus esposas, Amparo, Aurelia y Cochín, que, desde un valioso anonimato, han sido pilar fundamental en esta empresa.