VALÈNCIA (EP). El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha señalado que el agua es "un elemento fundamental" y, si no es posible controlar el caudal, porque depende de las condiciones climatológicas, sí podemos mejorar su uso". Por ello, ha abogado por "hacer dos cosas: luchar contra el cambio climático y adaptarnos a él".
En este contexto, ha enmarcado la política de modernización de regadíos, contemplada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que contará con inversiones público-privadas por valor de 700 millones de euros. La Comunitat Valenciana es la tercera más beneficiada, con un total de 83,6 millones de euros hasta 2026.
Así lo ha destacado Planas en València, en la rueda de prensa que ha ofrecido tras una reunión mantenida con el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig.
El ministro ha comentado que "la situación en la que nos encontramos es conocida: no solo España, sino en bastante países, hay sequía y altas temperaturas y estas pueden producir una bajada de rendimiento que se puede situar entre un 10 y un 20% en cultivos como cereales u olivar".
Por su parte, Ximo Puig, ha señalado que en la Comunitat Valenciana "en estos momentos no hay una situación de extrema gravedad tras una buena primavera, auque constatamos los efectos del cambio climático y, por eso, hay que buscar medidas estructurales para garantizar el agua para siempre".
En este sentido, ha abogado por "alinearnos en la acciones para superar la carbonización, acelerar la implantación de las energías renovables, -una obsesión del gobierno valenciano- y mejorar la eficiencia para no perder ni una gota de agua".
"La Comunitat Valenciana tiene una gestión del agua por parte de la sociedad en términos de austeridad", ha defendido Puig, que ha agregado que "el regadío es un elemento absolutamente adosado a nuestra agricultura y por tanto necesitamos continuar el proceso de modernización, de ahorro y de eficiencia".
En este sentido, ha dicho que la Generalitat "no está por la polémica ni por batallas estériles, sino por buscar puntos de encuentro y garantizar agua para siempre". "Las banderas del agua en el ámbito de la confrontación no tienen ningún tipo de sentido", ha concluido.