VALENCIA. El PSPV evidenció este lunes que existen dos almas entre los socialistas valencianos a la hora de afrontar esta campaña electoral. O, al menos, hay dos estilos -cuando no un freestyle- en cuanto al enfoque y estrategia que hay que adoptar ante los comicios del 26J.
Así, este lunes la dirección socialista convocó un desayuno en su sede de Blanquerías con los tres cabezas de lista de Alicante, Castellón y Valencia. De esta manera, Julián López, Artemi Rallo y Ana Botella acompañaron al vicesecretario de Organización y coordinador de campaña, Alfred Boix, quien fue el encargado de anunciar, entre otras particularidades de la misma, que tendrá un gasto inferior en un 60% a la anterior.
En su comparecencia, Boix eludió ante preguntas de los medios dirigir ataques a otras formaciones que compiten por su electorado como Podemos. Una práctica que está siendo el día a día que emana desde Ferraz y que el candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se encargó de poner sobre la mesa en el mitin celebrado en Burjassot días atrás. Una estrategia con la que no está de acuerdo la cúpula valenciana, tal y como evidenció el propio líder y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien ya dio instrucciones a los altos cargos de su Consell de evitar los ataques a la formación morada que, además, concurre con Compromís y EU a estas elecciones generales.
Con estas consignas, y preguntado por las críticas de Sánchez a Podemos, Boix recalcó que el "principal adversario del PSOE y del PSPV es el Partido Popular", para añadir que los socialistas valencianos harán "una campaña en positivo porque el cambio funciona desde un espacio de lealtad".
Por otro lado, Boix anunció que la campaña comenzará electoral en la localidad alicantina de Elche y la finalizará en la valenciana de Mislata, y contará con la participación durante la misma de destacados dirigentes socialistas como José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Patxi López y a Eduardo Madina, quien fuera rival de Pedro Sánchez en las primarias por el liderazgo del PSOE.
No deja de ser llamativo que pocas horas después de este encuentro en la sede, el número dos de la lista por Valencia y secretario general provincial, José Luis Ábalos, celebrara una comida con medios de comunicación para presentar el trabajo realizado en esta 'minilegislatura'. Así, dirigente socialista, quien se ha destacado por ser uno de los máximos apoyos de Pedro Sánchez en la Comunitat Valenciana, puso sobre la mesa las distintas iniciativas parlamentarias llevadas a cabo en este breve periodo de sesiones que no han llegado a plasmarse al no poder investir a un presidente y constituir un gobierno. "Es importante rendir cuentas de lo que ha pasado en estos meses", señaló el ahora exdiputado para explicar su iniciativa, quien ya la llevó a cabo de cara al 20D.
En este sentido, los datos ofrecidos por Ábalos señalan, a su juicio, que la alta coincidencia en el voto entre PSOE y Podemos sobre medidas concretas en el Congreso evidencian que no existe "controversia" en "las cosas a hacer" sino "en quién se hace con el poder".
El dirigente socialista, quien se ha mostrado anteriormente en público crítico con la postura de Podemos en la negociación de investidura, defendió la "valentía" de Sánchez para "intentar un gobierno de cambio y dar así una oportunidad a este país". "Al parecer otros no tenían nada que ganar si había un gobierno socialista", señaló.
Por otro lado, Ábalos recalcó que las elecciones del 26J son "generales" por lo que la estrategia de campaña "es una y viene perfilada desde Ferraz". "De no ser así, se debilita el mensaje, se distorsiona y es poco eficaz", señaló.
Un discurso perfectamente alineado con las directrices de Madrid, pero que no termina de coincidir con las que emanan de Blanquerías, mucho más moderada a la hora de medir el enfrentamiento con la formación morada, que en la Comunitat Valenciana es socia -aunque fuera del Consell- del PSPV de Puig.