La filial mexicana del grupo presidido por Juan Miguel Villar Mir atribuye el buen tono a la "recuperación de la confianza de los inversores"... y a Fitch Ratings
MADRID (EP). OHL México cotiza actualmente por encima de la cota de los 27 pesos por acción (1,36 euros) en la bolsa mexicana, con lo que acumula una revalorización del 50% en lo que va de ejercicio 2016.
De esta forma, la filial de concesiones de autopistas de OHL en México se sitúa a un 10% de recuperar el valor que presentaba en Bolsa en mayo de 2015, en las fechas previas a que aparecieran en el país informaciones sobre presuntas actividades irregulares de la empresa.
La compañía atribuye la revalorización que acumula en el mercado en lo que va de año a la "recuperación de la confianza de los inversores" y también de la agencia de calificación Fitch.
Esta firma recientemente confirmó el rating que tiene asignado a OHL México y lo colocó en perspectiva positiva, frente a la situación de vigilancia en la que lo mantenía hasta ahora.
La filial de OHL, titular de una cartera de autopistas del país y que en 2010 protagonizó la mayor salida a Bolsa de México de los últimos años, considera que durante el pasado ejercicio se vio "arrastrada por una campaña de desprestigio" que le llevó a perder hasta un 48% de su valor en Bolsa entre mayo de 2015 y hasta enero de 2016, y a cotizar a un mínimo de 16,09 pesos (0,81 euros) por acción.
OHL México estima que "el apoyo de los inversores a la compañía se ha visto reforzado también en las últimas semanas tras la publicación de la resolución de la auditoria llevada a cabo por el supervisor mexicano, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)".
La empresa destaca que esta resolución "también ha contribuido" a la retirada de la perspectiva negativa que pesaba desde el pasado mayo sobre la calificación crediticia que Fitch tiene asignada a los ratings del Circuito Exterior Mexiquense y Amozoc-Perote, dos de las siete autopistas que OHL México opera en el país.
Fitch atribuyó su decisión a su consideración de que "las sanciones administrativas impuestas a la compañía no tendrán impacto negativo ni en la operación financiera ni en las operaciones de dichas concesiones".
Asimismo, la agencia estima que "las sanciones administrativas constituyen el resultado final de la auditoría realizada por la CNBV" y resalta la "fortaleza de ambos activos, dada su ubicación y propósito de uso, así como por métricas de crédito fuertes y estructuras de deuda sólidas".