Compromís acude a la reunión con el PSOE "por cortesía" aunque suspende las negociaciones y ve "imposible" respaldar el documento de Sánchez y Rivera
VALENCIA. El golpe timón dado por el PSOE con su acuerdo con Ciudadanos ha trasladado la pelota al frente de izquierdas. La situación es compleja: el documento acordado por Pedro Sánchez y Albert Rivera no es asumible para Podemos, pero al mismo tiempo sitúa a la formación morada en la incómoda posición de votar en contra de la investidura en consonancia con el PP.
De hecho, tanto la formación que lidera Pablo Iglesias como la que capitanea Alberto Garzón ya mostraron este miércoles públicamente su rechazo a la posibilidad de apoyar o dejar pasar en forma de abstención el pacto alcanzado entre PSOE y C's. En esta línea, Podemos decidió no acudir este miércoles al encuentro a cuatro previsto con los socialistas.
En cuanto a Compromís, sí acudió -al igual que IU-a la reunión programada "por cortesía", según señalaron fuentes de la coalición, si bien manifestaron la imposibilidad de votar a favor del citado documento por diversos motivos y dieron por suspendidas las negociaciones. En esta línea, desde la formación valenciana señalaron que el sábado las distintas patas de Compromís deberán decidir la posición de la coalición aunque se da por seguro que no se votará a favor. No obstante, las citadas fuentes no se atrevieron a descartar por completo una abstención, por así decirlo, táctica.
En cualquier caso, desde la formación valenciana subrayaron que no consideran el documento hilvanado por PSOE-C'S "reformista y de progreso" tal y como figuraba en el encabezamiento del mismo.
Respecto al texto, algunos de los epígrafes que chocan con las cuestiones planteadas por Compromís son los relacionados con infraestructuras, financiación y reconocimiento de la deuda histórica de la Comunitat Valenciana. En este sentido, desde la coalición lamentan que no existan referencias concretas a cuestiones "vitales" para los intereses valencianos como el Corredor Mediterráneo, así como otras inversiones dedicadas a infraestructuras como el túnel pasante del Parque Central, el proyecto Avant de Alicante o el tren de la costa.
Por otro lado, en materia de financiación, el documento de PSOE y C's refleja la reforma del sistema para corregir "las insuficiencias del sistema" y garantizar "los principios de autonomía, coordinación, solidaridad e igualdad, recogidos en la Constitución y definidos por el Tribunal Constitucional". Además, se emplaza a la constitución "en el plazo de un mes" de un grupo de trabajo plural para la preparación de la modificación de la Lofca en el plazo de seis meses, "con el fin de que puedan hacerse frente a sus previsiones en los PGE 2017".
Una solución insuficiente para Compromís dado que, además de emplazar la reforma del sistema al próximo ejercicio, tampoco contempla ninguna fórmula de retroactividad ni compensación para el presente año respecto a las comunidades infrafinanciadas como la valenciana. En esta línea, en el documento no se realiza mención alguna a la reivindicación de deuda histórica que exige, no solo Compromís, sino también el PSPV. De hecho, cabe recordar que el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, propuso el pasado fin de semana junto a su homóloga andaluza, Susana Díaz, la condonación de la deuda del FLA (más de 10.000 millones para la Comunitat) a las regiones infrafinanciadas.
No solo las cuestiones puramente valencianas -o la inexistencia de ellas- le chirrían a Compromís de este acuerdo. Fuentes de la coalición señalaron a este diario que tampoco agrada la reforma del IRPF del citado documento, que apunta a "reducir la tributación de las rentas del trabajo cuando la situación presupuestaria lo permita y, mientras tanto, no subirles los tipos". De hecho, en el programa de Podemos -que confluyó con Compromís a los comicios-, figuraba "la ampliación del número y los tipos de tramos en las rentas de más de 60.000 euros anuales". De la misma manera, tampoco parece admisible para la coalición el punto en el que PSOE-C's se comprometen a "cumplir los nuevos objetivos de déficit que se negocien con las autoridades europeas, situando el déficit por debajo del 3% en 2017".
En esta línea, el documento tampoco convence en su manera de abordar el capítulo sobre educación, el establecimiento de dos contratos en material laboral -C's pedía el contrato único- o que no figure la derogación de la llamada Ley Mordaza, ni la de la propia reforma laboral, si bien Sánchez aseguró ayer que se llevarían a cabo aunque no estén en el texto.
En definitiva, demasiados aspectos alejados de Compromís tanto en materia general como en las cuestiones concretas valencianas como para que la coalición pueda dar luz verde a este acuerdo desmarcándose de sus aliados naturales, Podemos e IU. "Hay una distancia insalvable entre lo que estamos haciendo aquí con el Pacto del Botánico y lo que el documento de PSOE y C's propone", sentenciaba un dirigente de Compromís a este diario preguntado por la posición de la formación valenciana.
Con este escenario, y de no mediar una también complicada abstención del PP, todo apunta a que se producirá el rechazo en las dos primeras votaciones de investidura de Sánchez, con lo que se reiniciaría el juego con un plazo de algo menos de dos meses -60 días desde la primera votación- para encontrar una solución.
En esta línea se manifestó este miércoles el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, quien consideró que el acuerdo entre PSOE y C's está "más dirigido a conseguir la abstención del PP que a articular una mayoría de cambio".
Así, el parlamentario valenciano recalcó que el acuerdo les "desafina mucho" y que, a priori, "está condenado al fracaso". Baldoví ha insistido en que el pacto PSOE-C's les "desafina mucho" en muchas cosas y que a priori "está condenado al fracaso".