VALÈNCIA. La multinacional danesa, que se encuentra en un proceso de cambio de modelo de negocio, lleva más de diez años operando en el transporte sanitario y de servicios contra incendios en España
Según los datos del Banco de España, la inversión extranjera directa en España aumentó desde los 6.700 millones de euros registrados en 2017 hasta los 38.200 millones de 2018. Es el mejor dato desde 2008, cuando se alcanzaron los 52.000 millones de euros.
¿Cuáles son las razones por las que las empresas extranjeras están volviendo a fijarse en España? Según el informe Doing Business del Banco Mundial -que evalúa 190 países y jurisdicciones- y el Barómetro del Clima de Negocios en España que elaboran el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) y la IESE Bussines School, hoy es más fácil y seguro hacer negocios en España.
En España existen más de 12.300 empresas extranjeras representantes de todos los sectores económicos: Industriales, Tecnológicos y de Servicios. 70 de las 100 principales empresas mundiales, según Forbes, tienen inversiones en España y 90 de las 100 principales empresas del campo de la I+D poseen una filial en España, según Thomson Reuters.
Un ejemplo del auge de la inversión extranjera en España se puede encontrar en la prestación de servicios de transporte sanitario, un sector que hasta hace poco estaba muy atomizado en España y en el que todavía existen numerosas empresas de pequeño tamaño y un ámbito de actuación local. En los últimos años compañías y grupos de inversión internacionales han realizado diversas operaciones de adquisición y absorción de empresas locales de menor tamaño.
Una de una de estas empresas es la multinacional danesa Falck, líder global en el sector de las emergencias y que trabaja en cuatro divisiones: emergencias, formación, asistencia y salud. La empresa está presente en 22 países de todo el mundo, como Reino Unido, Dinamarca, Francia, Suiza, España, Suecia, Alemania, EEUU y Australia, en los que opera con más de 2.500 ambulancias y otros vehículos de emergencia y más de 15.000 profesionales de la salud entre médicos, enfermeros, paramédicos y técnicos de transporte sanitario.
En 2007, Falck firmó una alianza estratégica con GDES (Grupo Dominguis), holding familiar valenciano con presencia internacional especializado en servicios a sectores energético, nuclear e industrial. El conocimiento de mercado de GDES, el equipo y su presencia en estos sectores fue clave para los planes de expansión por España de la multinacional danesa. El objetivo era potenciar las oportunidades de negocio de Lainsa Servicios contra Incendios, la primera empresa española del sector de servicios de emergencia contra incendios. “El acuerdo preveía por una parte, la expansión de los servicios contra incendios por el sur de Europa (Portugal, Italia, Francia) y luego a Latinoamérica, donde ya contamos con presencia en Brasil. Y por otro lado, la ampliación de servicios en España para incluir transporte de pacientes”, explica Héctor Dominguis, CEO de GDES.
Desde entonces, Falck y GDES han estrechado una relación que no ha dejado de crecer. A través de Falck SCI (antigua Lainsa) ofrecen servicios de bomberos profesionales, servicios de formación en Emergencia, servicios de consultoría en seguridad contra incendios a diferentes sectores como la Industria Nuclear, Petroquímica, Oil&Gas, Química, Aeronáutica y Metalúrgica, Puertos, Refinería, Centros de Investigación y Organismos Públicos.
Grupo Dominguis y Grup VL han aportado a Falck el conocimiento del mercado y el saber hacer local, lo que ha supuesto un espaldarazo al proceso de creación de valor de las inversiones conjuntas. Eso, unido a la experiencia de las tres empresas y el buen hacer de los socios locales a lo largo de estos años ha hecho que la cifra de negocios haya alcanzado mas de 70 millones de euros en 2017 y que se hayan creado 1.900 empleos, entre las dos divisiones. “Es una cooperación estratégica que nos ha permitido crecer y desarrollar nuestro modelo de negocio”, asegura Juán Albarracín, director financiero de Falck SCI.
La confianza en el socio local ha sido clave este crecimiento y forma parte de la cultura empresarial de Falck. Según su informe anual de 2018, “los socios locales nos permiten personalizar nuestro servicio global a las necesidades locales”. Esta cultura empresarial se basa además en cuatro políticas corporativas que se basan en aplicar los más altos estándares de calidad, una exhaustiva apuesta por el cuidado y vigilancia medioambiental de su actividad, una cuidadosa política de responsabilidad social corporativa y un estricto cumplimiento normativo y código ético. Todo pensado para “mantener siempre el máximo nivel profesional y tener un impacto positivo y productivo en nuestro entorno, buscando el mayor impacto posible en la salud de nuestros pacientes”.
La buena marcha de Falck en España contrasta con la situación de la multinacional danesa a nivel internacional. En 2018 las pérdidas alcanzaron los 295 millones, que aunque supuso una importante mejora frente a las cifras de 2017 (donde se obtuvo un resultado negativo de 838 millones) han impulsado un proceso de cambio en su modelo de negocio. Según el informe anual de la compañía, 2018 fue su primer año completo en ese proceso de cambio y se han centrado en restaurar la rentabilidad, reducir la deuda y mejorar su ventaja competitiva.
¿Puede afectar esta situación a la inversión de Falck en España? A nivel de mantener su presencia no, porque España es un mercado estratégico para la compañía danesa. De hecho, tal y como asegura Juan Albarracín, “España es el principal país dentro de la división de servicios contra incendios industrial de Falck, a nivel global”.
Sin embargo, ese proceso de cambio que están realizando incluye, según se recoge en su informe anual, pasar de la autonomía local a modelos operativos globales y asegurar la rentabilidad para sus accionistas. Esa apuesta por los modelos operativos globales podría afectar a su relación con socios locales en algunos países, ya que la intención de la compañía es “ser una única Falck, para eliminar complejidad y costes innecesarios”.
Además, en la actualidad se encuentran con un importante obstáculo. El Consejo Danés de Competencia (DCC) ha establecido que Falck abusó en 2015 de su posición dominante al realizar una serie de acciones que generaron incertidumbre y preocupación con respecto a la compañía holandesa BIOS en el mercado danés de servicios de ambulancia. Según el Consejo, las acciones consistieron en transmitir secretamente historias negativas sobre BIOS a la prensa y a los empleados de Falck, para así influir a propósito en los paramédicos que estaban pensando acceder a los trabajos en BIOS, a fin de evitar que los solicitaran. Este comportamiento, en última instancia, hizo que BIOS dejara el mercado danés de ambulancias.
El DCC confirmó que, de acuerdo con la jurisprudencia de la UE, los actos aislados, que pueden no infringir individualmente el artículo 102 del TFUE, pueden constituir un abuso de dominio cuando se producen como parte de una estrategia general de exclusión de competidores.
Falck afirma en su Informe Anual que van a apelar el fallo ante el Tribunal Danés de la Competencia, por no estar de acuerdo con él. Además este fallo no debe haber sentado bien a los dos máximos accionistas de Falck. Tanto la Fundación Lundbeck, dedicada la investigación para mejorar la salud y bienestar de las personas, con cerca de un 58%, como KIRKBI, una compañía de inversiones de la familia de Kirk Kristiansen, creador de la marca Lego, con un 20% del accionariado, son conocidos por sus elevados estándares de ética empresarial y su alto componente de responsabilidad social.
¿Puede esta situación afectar a la filial española? Es de esperar que no. Pero aunque la buena trayectoria y la solidez financiera de Falck en España es una garantía, no deja de pertenecer a un Grupo en pérdidas, que está reformulando su estructura, y con conflictos que pueden influir en concesiones y contratos, debido a una mala imagen de la compañía. Aunque desde Falck SCI como desde GDES aseguran que, a corto plazo, no se va a producir ningún cambio en la situación en España.
Falck y el resto de las más de 12.300 empresas extranjeras que han decidido invertir en España lo hacen por múltiples razones. La primera es que, según el Índice de la OCDE FDI Regulatory Restrictiveness Index, España es el noveno país del mundo con una regulación más abierta a la inversión internacional. A ello se une que los inversores se pueden beneficiar de un amplio sistema de ayudas e incentivos a nivel europeo, nacional, regional y local.
Y hay más razones. Como miembro de la Unión Europea, por su relación con Latinoamérica y por su proximidad geográfica con los mercados del Norte de África y Oriente Medio es un país estratégico para muchas empresas. Con todo España ocupa el décimotercer lugar en el ranking mundial de países receptores de inversiones.
Todas esas empresas han aportado un gran valor para potenciar el desarrollo de muchas compañías locales. Casi el 40% del volumen de negocio de la industria ubicada en España es propiedad de empresas de capital extranjero. Unas cifras que irán a más debido a que el interés de los inversores extranjeros ha ido en aumento a medida que la economía española sigue la senda de la recuperación. Sin embargo, no son pocos los que piden un cambio en la regulación para proteger las economías locales, cada vez más en manos de multinacionales que actúan en global y con estrategias que vienen impuestas desde los órganos de mando, situados a mucha distancia de las realidades del mercado local.
Con todo, los beneficios de asociarse con empresas extranjeras son muchos para las firmas locales. Mejora de la competitividad, consiguen un apoyo para impulsar planes de crecimiento o estratégicos y tienen un acceso prioritario al “know how” de estos inversores. En la mayoría de los casos es una relación “win to win” muy beneficiosa para las dos partes y que está impulsando grandes proyectos empresariales.