VALÈNCIA. Según datos de la OMS, en el mundo nacen cada año 30 millones de bebés prematuros. En España, la estadística se sitúa en el 7 % (1 de cada 13 alumbramientos).
Las complicaciones relacionadas con la prematuridad son la principal causa de fallecimientos en menores de 5 años.
Además, muchos bebés prematuros sobreviven con discapacidades sensoriales y/o intelectuales, y requieren intervenciones específicas.
El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Prematuro, una fecha para concienciar a la sociedad sobre los problemas a los que se enfrentan los bebés prematuros y el impacto emocional que esto supone para las familias.
Los partos prematuros son los que se producen antes de la semana 37 de gestación.
La semana de gestación afecta tanto a la tasa de supervivencia como a las secuelas en los bebés, considerándose:
El último grupo es el más amplio, y también el que más se ha incrementado en los últimos años, “un problema sobre el que es necesario intervenir” tal y como asegura del Dr. José Enrique Martín, jefe de Ginecología de Quirónsalud Valencia.
“La tasa de prematuridad tardía es del 5,9 % de los nacidos vivos y del 70,1 % de todos los prematuros. Su incremento se debe, principalmente, a la multiparidad, al envejecimiento materno, a los tratamientos de reproducción asistida y a las aún numerosas inducciones de parto y cesáreas programadas no justificadas”.
Otras causas que pueden hacer que un parto se adelante son las alteraciones anatómicas y algunos trastornos durante la gestación (diabetes, hipertensión, etc.).
Cuando se produce un parto pretérmino (antes de la semana 38) es posible que el feto no haya alcanzado un grado de madurez suficiente en muchos órganos y sistemas.
“Los prematuros que nacen antes de cumplir las 25 semanas de gestación tienen un riesgo elevado de no sobrevivir o de hacerlo con secuelas graves. Estas son menos frecuentes conforme avanzan las semanas de gestación, y son prácticamente inexistentes más allá de la semana 37”.
En todo caso, los profesionales deben estar prevenidos para intervenir en este tipo de partos.
“Cuando el inicio del parto ocurre antes de la semana 34, se intentan frenar las contracciones con medicación. El objetivo es retrasar el tiempo suficiente para administrar a la mamá tratamientos que ayuden a madurar los pulmones de su bebé y/o para trasladarla a un hospital que cuente con profesionales especializados y una UCI neonatal”.
Respecto a la posibilidad de parto natural en caso de prematuridad, depende de muchos factores.
“Algunos partos prematuros ocurren por vía natural. En otros casos puede ser necesario comenzar el parto sin que existan contracciones o, directamente, realizar una cesárea. Esto es común cuando hay riesgo para la madre o para el bebé”, añade el Dr. José Enrique Martín.
El jefe de Ginecología de Quirónsalud Valencia incide en que, cuanto más pretérmino sea el embarazo, más difícil es conseguir el parto por vía vaginal.
“Por eso, y para proteger la integridad del bebé prematuro, a veces se indica directamente una cesárea y no una inducción”.
El nivel de prematuridad también aumenta las posibilidades de que el bebé sea ingresado en una unidad de cuidados intensivos neonatales.
Quirónsalud Valencia cuenta con una Unidad de la Familia que proporciona cuidados médicos integrales a las mujeres embarazadas y sus familias.
“Se trata de una unidad multidisciplinar que incluye ginecología, obstetricia y pediatría, además de reproducción asistida”.
El Dr. Martín explica que su funcionamiento “se basa en el respeto, la profesionalidad y el compromiso con el parto mínimamente intervenido, y en la detección de aquellas situaciones más complejas para mantener la seguridad en todo momento. Y una de estas situaciones es la amenaza de parto pretérmino”.
En casos de riesgo alto, se trabaja de forma directa con la Unidad de Neonatología para “planear la atención al parto de manera integral”.
En caso de ingreso por riesgo de parto prematuro, el especialista “recomienda realizar visitas a la UCI neonatal y hablar con el pediatra para resolver dudas y reducir los niveles de ansiedad, ya que, en estos momentos de miedo y vulnerabilidad, es importante que la familia se sienta arropada e informada”.
La UCI Neonatal es un pilar fundamental del parto y del cuidado del bebé prematuro.
La Dra. Sonia Aparici, responsable de la UCI Neonatal de Quirónsalud Valencia (UCIN), destaca la importancia de su equipo humano.
“Sin un personal formado específicamente en neonatología, ningún equipo técnico podría ofrecer los cuidados adecuados”, afirma.
En la UCIN trabajan neonatólogos, personal de enfermería y auxiliares especializadas en cuidados intensivos neonatales que se encargan de la estabilización inicial de los bebés, tanto en paritorios como en la unidad, y de “todos los cuidados que necesitan en sus primeras horas de vida”.
Respecto a sus recursos técnicos, “la UCIN de Quirónsalud Valencia dispone de incubadoras de última tecnología, así como de los respiradores más avanzados y de todos los dispositivos que necesita el prematuro para mantener su nutrición y alimentación. Contamos con monitores para el control directo e inmediato de las constantes vitales o ecografía a pie de incubadora para ayudar en el diagnóstico por imagen inmediata, sin necesidad de recurrir a equipos de radiología convencional, es decir, sin necesidad de irradiar al bebé”.
En la UCIN también se establecen las condiciones ambientales óptimas para los bebés prematuros.
“Estos bebés son muy vulnerables al estrés ambiental, y esto afecta al nivel de ruido y a la intensidad y frecuencia de la luz. Los prematuros también son especialmente sensibles a algunas manipulaciones dolorosas que impiden su correcto descanso”, explica la Dra. Aparici.
Todos estos elementos pueden influir negativamente en el desarrollo neurológico del bebé, y pueden derivar en problemas graves de audición o de maduración visual.
“En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de Quirónsalud Valencia se controlan los estímulos lumínicos gracias a la protección de las incubadoras con mantas específicas y al uso de focos indirectos. También contamos con sensores de ruido que disponen de un código de colores “tipo semáforo” que nos avisa para no exceder un nivel de decibelios que podría ser nocivo en el descanso del prematuro”.
Es habitual que la familia, y en especial la madre de un bebé prematuro, sufra alteraciones emocionales como tristeza, ansiedad o desesperanza.
“A esto se añade que los ingresos en este tipo de unidades son largos”, explica la Dra. Sonia Aparici.
El objetivo de las unidades de Puertas Abiertas de la UCIN es minimizar, en la medida posible, la separación madre-hijo.
“En la UCI de puertas abiertas los padres forman parte indispensable de los cuidados del bebé y colaboran con el personal de enfermería en la alimentación por sonda, en los cambios de pañal, en el baño, … Además, nos ayudan muchísimo dando confort y disminuyendo el dolor en momentos de extracciones analíticas, ofreciendo contención, succión y caricias”.
En los bebés prematuros también es muy importante el “método canguro”, que consiste en colocar al bebé en una posición concreta, piel con piel con la madre o el padre, con las piernas flexionadas y en contacto con el tórax.
“El método canguro se realiza tan pronto como es posible si el bebé está estable. Sus beneficios son múltiples: ayuda en la estabilización térmica y cardiorrespiratoria, mejora las tasas de alimentación por boca, ayuda en la autorregulación emocional del bebé y de su madre, disminuye el dolor, mejora la calidad del sueño. También está demostrado que disminuye los días de hospitalización”, asegura la responsable de la UCIN de Quirónsalud Valencia.
Por último, Quirónsalud Valencia dispone de una “family room”, una habitación fuera de la UCIN donde los padres conviven con su bebé las 24 horas del día durante un periodo previo al alta hospitalaria.
“Se dota a la familia de un rol de cuidador casi absoluto, de forma que la transición a casa es más llevadera y menos angustiante. Les ofrece seguridad y empoderamiento”.
Respecto a los cuidados una vez en casa, “lo más importante es evitar la exposición a infecciones, así que se recomienda restringir las visitas. Se aconseja el mantenimiento de la lactancia materna en la medida de lo posible, así como del método canguro”.
Además, los bebés prematuros entran dentro de un programa especial de seguimiento durante los 2 primeros años de vida, “donde participan neonatólogos, neurólogos, gastroenterólogos y oftalmólogos”, y dentro del programa de atención temprana, “donde reciben estimulación psicomotriz específica”, concluye la Dra. Aparici.
Solicita más información en la Unidad de Partos de Quirónsalud Valencia