ALICANTE. El portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Alicante, Francesc Sanguino, la utilizado una de sus últimas balas que le quedaban para cesar a tres asesores del grupo municipal -afines al sector de Ángel Franco- y a la portavoz adjunta, Trini Amorós, con la que lleva ya muchos meses enfrentado, así como con la dirección local que dirige Miguel Millana. Pese a que ha presentado el escrito solicitando la relevo de los tres asesores y de la portavoz adjunta, en la dirección del partido creen que la revolución de Sanguino no acabará por ejecutarse porque consideran que esa decisión, la de relevar a los asesores, corresponde al partido, y no al portavoz.
Lo único cierto es que Sanguino ha presentado el escrito de cese de los asesores y de la portavoz adjunta. Sin embargo, la ejecución de todos esos cambios está en el aire porque el partido no los ha autorizado y, por el momento, trabaja en reconducir la situación. Sea como fuere, lo que está claro es que la decisión de Sanguino supone un pulso en todo regla a la dirección del partido, que tiene la mayoría en la agrupación y en el grupo municipal.
En el trasfondo de esta decisión están las diferencias entre Sanguino y la dirección local del partido, que vienen de lejos. Sanguino fue elegido en primarias como candidato socialista y contó con el aval de Ximo Puig y la dirección federal. El portavoz considera que se le ha ninguneado en los últimos meses y se le ha apartado de las principales decisiones en el seno del grupo municipal. Sin embargo, falta saber qué respuesta obtiene ahora de la dirección provincial y autonómica, y si le respaldan o no; y en ese caso, si la decisión (el intento de cese) le cuesta el puesto.
