VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tomó este lunes posesión de su cargo tras la sesión de investidura en Les Corts del pasado jueves y la publicación de su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este sábado. Esta misma semana, probablemente el miércoles, tal y como reconoció el nuevo jefe del Ejecutivo, anunciará los consellers del Gobierno valenciano, cuyas designaciones se harán oficiales esta misma semana.
Ahora bien, todavía queda mucho camino por recorrer en la conformación del nuevo equipo de gobierno diseñado por el PPCV y Vox. Estos últimos, cabe recordar, contarán con tres carteras bajo su mando: Vicepresidencia Primera y Cultura; Justicia y Agricultura. El resto de competencias, que controlarán posiblemente más del 90% del presupuesto, quedarán en manos de los populares valencianos.
Todo apunta, y así lo reconocían este mismo lunes altos cargos del PPCV, que los nombramientos del segundo y tercer escalón no estarán completados hasta septiembre. Aparte de los consellers, la estructura de gobierno autonómico se compone de subsecretarios, secretarios autonómicos y directores generales. Así, sólo como cifra orientativa, el Consell del Botànic (formado por PSPV, Compromís y VerdsEquo) contaba en total con 151 altos cargos. Aunque Mazón aseguró con insistencia durante la campaña electoral que adelgazaría el Ejecutivo, parece seguro que su gobierno contará con más de un centenar de dirigentes en el segundo y tercer escalón.
Teniendo en cuenta que el próximo fin de semana son las elecciones generales y que tanto PPCV como Vox se encuentran en la recta final de la campaña, parece difícil que se aceleren en estos días muchos más nombramientos aparte de los consellers y quizá una estructura básica en el segundo escalón.
Por tanto, si el objetivo fuera completar el gobierno, PP y Vox deberían pisar el acelerador para entre la última semana de julio y la primera de agosto avanzando en las decenas de altos cargos pendientes que restarían por nombrar. Algo que, tal y como admiten fuentes populares, no ocurrirá a priori: "Quizá designemos a la mayoría de secretarios autonómicos pero los directores generales no creo que los completemos hasta septiembre", resumía un dirigente del PP a este diario.
Una circunstancia que, curiosamente, apunta a provocar en muchos casos la convivencia de altos cargos que fueron designados por el Botànic con los consellers del nuevo ejecutivo. En este sentido, cabe recordar que el personal eventual -asesores- cesa de forma inmediata con la destitución del conseller que les nombró, algo que no ocurre con los altos cargos del segundo y tercer escalón, que son designados y destituidos por el Gobierno valenciano.
A esto hay que añadir que, tal y como se ha ido informando estas semanas, desde el PP liderado por Mazón estudian ofrecer a algunos cargos del Botànic su continuidad, especialmente en lo que se refiere a dirigentes que han venido llevando negociaciones delicadas con empresas importantes de las que dependen fuertes inversiones en la Comunitat Valenciana. Evidentemente, si no hay un relevo claro, la lógica indica que el nuevo inquilino del Palau de la Generalitat maneje con prudencia los tiempos a la hora de sustituir a altos cargos que resulten estratégicos en la consecución de inversiones o un buen posicionamiento para las mismas.
Pero también en otros ámbitos se plantea la continuidad de cargos del Botànic. Uno de esos casos, conocido la pasada semana, es el del director general de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), José Manual García Duarte, nombrado por el PSPV pero que continuará en su puesto con el gobierno del PP tras recibir una llamada del propio Mazón, al considerar que lo mejor para la transición al nuevo ejecutivo era apostar por la continuidad en un área sensible cómo es la relacionada con procesos digitales en muchos casos en marcha.