Así, indica que mientras la cotización media de la sandía en 2023 era de 0,46 euros/kilo, en la actual se sitúa alrededor de 0,29 euros/kilo. Esta caída de precios fue aún más acusada en las dos primeras semanas de este mes de julio con más de un 65% de descenso.
Al respecto, señala que la campaña transcurre "peor de lo esperado en precios, tras las dos últimas bastante buenas". En ese sentido, explica que las lluvias de hace unas semanas "perjudicaron las plantas con algunos problemas de hongos que provocaron una vida más corta de las plantaciones y se juntó demasiada cosecha a la vez para salir luego en un mercado a la baja", mientras que las importaciones de terceros países "tampoco han ayudado demasiado".
Del mismo modo, critica también a las grandes cadenas de distribución que utilizan la sandía como producto reclamo, al ofrecerla en los lineales con descuentos que se quedan finalmente en algunos casos en 0,59 €/kg para las personas consumidoras, un precio "inferior al coste actual del producto". Se trata, a juicio de la organización agraria, de "estrategias comerciales para distorsionar el mercado y provocar una caída de los precios en origen".
En este sentido, apela a la "responsabilidad" de las cadenas de supermercados e hipermercados para que dejen de vender a precios tan "reventados", y así al menos los productores valencianos de aquellos melonares más tardíos obtengan un precio "más ajustado" por su cosecha.
La organización confía en que las elevadas temperaturas y las olas de calor aumenten el consumo y que todo ello, unido a la "gran calidad" del fruto, sirva para que los agricultores mejoren sus ingresos. De ahí, "la importancia en estos momentos para que la gran distribución no baje precios como reclamo", recalca.