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VALÈNCIA. La digitalización en las empresas se posiciona como un imperativo en el actual escenario empresarial. La transformación digital redefine la manera en que las organizaciones operan, interactúan y se adaptan a las dinámicas del mercado. Así se puso de manifiesto en un desayuno organizado por Valencia Plaza y Telefónica en el que se destacó el valor que la digitalización aporta en ámbitos como la cadena de valor, la trazabilidad, la previsión y la comunicación con los clientes. La ciberseguridad y la Inteligencia Artificial son ahora algunos de los retos a los que se enfrentan las empresas.
En el coloquio participaron Chema Casas, director general de Telefónica en la Comunitat Valenciana; Carlos Vivas, global director de la división Industrial Specialities Zchimmer & Schwarz; Fernando Saludes, CEO de Industrias Saludes y presidente de REDIT; Laura Olcina, presidenta de FEDIT y directora general ITI; Amaya Fernández, CEO de Irisem; Carlos Pujadas, presidente ejecutivo de Lãberit; Isabel Rodríguez, directora de IT de Anecoop; Elisa Tarazona, consejera delegada del Grupo Ribera Salud; Pedro Ballester, CEO de Logifruit y Manuel Boggiero, CTIO Tiba Group. Todos ellos aportaron ideas sobre este nuevo horizonte digital, que no está exento de desafíos y retos, en la mesa redonda presidida por el presidente de Valencia Plaza, Enrique Lucas, y moderada por la redactora jefe del medio, Estefanía Pastor.
El director general de Telefónica en la Comunitat Valenciana, Chema Casas, puso sobre la mesa la necesidad de acometer la digitalización teniendo muy claro el objetivo que se quiere alcanzar. “La tecnología son herramientas, no un fin en sí mismo y, por ello, es preciso fijar metas claras por adelantado”. Pero para ello, en opinión de Casas, hace falta un enfoque organizado y coordinado, con un liderazgo claro y un conocimiento profundo del negocio, de forma que la digitalización sirva a éste y no al revés. En su opinión, un error común es “poner al mando del big data a un experto en datos y no a un experto en la empresa”.
En la misma línea que Casas se pronunciaron el resto de ponentes, manifestando el aporte que la tecnología ha supuesto en sus diversos sectores de actividad. Así, en el ámbito industrial Fernando Saludes destacó la precisión y trazabilidad que estas tecnologías aportan en una pyme industrial, lo que permite agilizar la cadena de valor y mejorar la toma de decisiones. Un aspecto con el que coincidió Carlos Vivas, al señalar la posibilidad de predicción que estas innovaciones aportan.
Para todos ellos, la automatización de los procesos ha permitido mejorar su relación con los clientes. Así, Manuel Boggiero, enfocándose en una compañía de servicios, resaltó la importancia de la digitalización en el ámbito de la mensajería para mejorar la comunicación con sus clientes. "No es solo una alternativa, es sostenibilidad a largo plazo", señaló. Del mismo modo, en el sector hortofrutícola, también ha supuesto una mejor relación con sus grupos de interés. Así lo resaltó Isabel Rodríguez, quien explicó cómo les ha aportado flexibilidad y transparencia en la comunicación, cumpliendo así la creciente exigencia de los clientes. “Es un proceso de continua evolución".
En la misma línea, Amaya Fernández destacó que la relación con el cliente ha cambiado a través de la automatización, ya que permite una previsión. Según sus palabras, "esa evolución no solo se presenta en el departamento comercial, sino que fluye a través de toda la empresa”.
Apoyando las anteriores intervenciones, Pedro Ballester ilustró cómo la aplicación de los avances en digitalización ha permitido mejorar la logística colaborativa integrada a través de la predicción. "Entendemos que podemos contribuir a hacer una sociedad mucho más sostenible que la actual", afirma Ballester.
En el ámbito de la salud, Elisa Tarazona señaló que esta digitalización ha permitido al Grupo Ribera Salud lograr el "modelo de las 5 P": poblacional, personalizado, predictivo, proactivo y del paciente. Tarazona destacó iniciativas como los "cuidadores virtuales" desarrollada con Inteligencia Artificial.
Precisamente la Inteligencia Artificial es uno de los retos a los que se enfrentan ahora las empresas por un lado por la desconfianza que despierta y, por otro, por la calidad de la información de la que se nutre. Así, Chemas Casas señaló que es una herramienta “vital” y deriva en una “hiperautomatización con resultados asombrosos”. La clave es la calidad de estos datos y el objetivo que queremos conseguir con su análisis. Del mismo modo, Laura Olcina explicó que “muchas veces se evidencia una actitud de rechazo a la implantación de la IA, pese a que supone un gran avance”. Carlos Pujadas compartió la idea de que la IA tiene el potencial de suplir funciones humanas, pero instó a la constante revisión de la información que proporciona. Boggiero, apoyó la necesidad de asegurar la integridad de los datos, al tiempo que señaló el obstáculo que plantea la falta de regulación en este aspecto y la necesidad de adoptar políticas internas en las empresas sin que ello suponga llegar a la “tendencia europea a sobrerregular”.
Otro de los grandes desafíos es la ciberseguridad, un aspecto que se presenta como una preocupación ineludible, con amenazas digitales cada vez más sofisticadas que ponen en riesgo la integridad de la información empresarial. En este sentido, Casas y Olcina insistieron en la creciente profesionalización de estos riesgos, que obligan a contar con la colaboración de socios expertos.
Los expertos coincidieron en que la implementación de la digitalización demanda un enfoque organizado y coordinado, tal y como ya adelantaba Casas. Tarazona destacó la necesidad de redefinir procesos y establecer acuerdos externos para fomentar la participación de los profesionales, subrayando la importancia de un liderazgo profesional y un sólido respaldo. En este sentido, Fernández señaló la necesidad de un líder que actúe como nexo con los profesionales. En esta línea, Isabel Rodríguez hizo hincapié en la importancia de la participación de los CIO en el comité de dirección, un punto en el que existió unanimidad.
Por su parte, Manuel Boggiero resaltó la importancia de gestionar coherentemente la globalidad y las distintas realidades. Para ello, propone separar el día a día de la empresa -que depende de la organización interna – y el change, es decir, la transformación verdadera a la que se llega entendiendo las necesidades de los clientes y poniendo a disposición la tecnología para cubrirlas. Es decir, “de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro”. Asimismo, Olcina aconsejó diagnosticar claramente el problema antes de la digitalización, destacando la necesidad de una hoja de ruta clara y adaptándose a las empresas del sector TIC.
El director general de Telefónica en la Comunitat Valenciana mostró cómo la transformación digital ha aportado grandes soluciones al funcionamiento interno de su empresa, aunque admitió que en el proceso ha habido fallos. “Pero gracias a ello, ahora estamos ayudando mucho a las empresas en este aspecto”, aseguró. Casas reivindicó el papel del socio tecnológico, “un agente que debe caracterizarse por dos aspectos: cierto agnosticismo respecto a la tecnología que les haga salir de esa zona de confort y la experiencia multisectorial”.