MADRID. Además de un entorno de tipos bajos que incluso se pueden bajar más, hay que sumarle la intensa competencia que hay en el sector, que hará que las rentabilidades se mantengan a niveles bajos. Además, se espera una ralentización de las ventas de activos tóxicos inmobiliarios. El sector seguirá reduciendo su exposición inmobiliaria, pero a un ritmo más lento debido a que las ventas son más pequeñas y menos frecuentes que el año pasado.
BANCO SANTANDER
Publica el próximo 23 de julio y se espera un beneficio neto en el segundo trimestre de este año inferior al que tuvo en el mismo periodo del año pasado, las estimaciones marcan un beneficio del entorno a los 1.630 millones de euros mientras que el año pasado tuvo 1.749 millones. Bajará el margen bruto con respecto al año pasado que fue de 12.049 millones y se espera que esta vez esté en el entorno de los 11.820 millones. También se verá reducido el margen de intermediación hasta los 1.630 millones desde los 1.749 millones que tuvo en el segundo trimestre de 2018. Los últimos resultados publicados el 29 de abril ya estuvieron por debajo de las previsiones.
El beneficio por acción (BPA) fue de 0,11 euros cuando se esperaba que fuera de 0,12 euros como el año pasado y los ingresos fueron de 12.090 millones cuando las previsiones eran de 12.180 millones, cuando el año pasado fueron de 12.150 millones. El banco tiene una estrategia de diversificación con prácticamente la mitad del negocio en economías emergentes que se aprovechan de un fuerte crecimiento y la otra mitad en economías más desarrolladas, fundamentalmente en Europa, en la que las previsiones de bajadas de tipos, le restará rentabilidad, aunque gracias a la diversificación, menos que a otros bancos.
BBVA
Publica el próximo 31 de julio. Habrá que estar muy pendientes de los resultados de su negocio en Turquía y en México, donde la desaceleración económica se empieza a notar. Al tener un negocio también diversificado se ve menos afectados que otros bancos por las bajadas de tipos en Europa.
Los últimos resultados publicados el 29 de abril estuvieron por encima de las previsiones. El BPA fue de 0,17 euros cuando se esperaba que fuera de 0,16 euros, pero fue inferior al del mismo periodo del año pasado, que fue de 0,19 euros. Los ingresos fueron de 6.070 millones de euros, en línea con las previsiones, pero inferiores a los 6.100 millones del año anterior. Los fondos de inversión han exigido al banco a terminar con las retribuciones de los exdirectivos.
CAIXABANK
Publica resultados el 26 de julio. Se espera un gasto extraordinario de 890 millones debido al ERE que harán que el banco publique pérdidas y podría llevar al banco a cambiar sus guías de crecimiento para 2019. Los últimos resultados publicados el 30 de abril estuvieron en línea con las previsiones. El BPA fue de 0,09 euros como estaba previsto, pero fue muy inferior al del mismo periodo del año pasado, que fue de 0,12 euros. Los ingresos fueron de 2.110 millones, superando las previsiones de 2.090 millones pero inferiores a los 2.260 millones del año anterior.
BANKIA
Presenta resultados el 29 de julio. Es uno de los bancos más presionados por los bajos tipos de interés, se espera que los resultados esta vez sean decentes gracias a las ganancias comerciales. Los últimos resultados publicados el 29 de abril estuvieron en línea con las previsiones. El BPA fue de 0,07 euros como estaba previsto, pero fue inferior al del mismo periodo del año pasado, que fue de 0,08 euros. Los ingresos fueron de 813 millones cuando se esperaban 813,43 millones, inferiores a los 963 millones del año anterior.
Aparte de los bajos tipos y la competencia en el sector, los inversores están pendiente de cara al futuro al anteproyecto de ley del Ministerio de Economía para penalizar a los bancos con más reclamaciones de clientes, y entre ellos estarían CaixaBank, BBVA y Bankia.
Los mejores posicionados son Banco Santander y BBVA de cara al futuro, aunque de momento quizás lo más inteligente sería estar totalmente fuera del sector. Se podría esperar a una consolidación del precio y a un cambio de tendencia antes de entrar.