Bandera LGTBI colgada en un balcón de Náquera en rechazo a las medidas del consistorio conformado por Vox y PP. Foto: EFE/ Biel AliñoVALÈNCIA. No ha pasado ni una semana del pleno de investidura que dio la alcaldía de Nàquera a Iván Expósito (Vox) y el primer edil ya afronta su primera polémica. Esta ha estallado después de que el nuevo equipo de gobierno —integrado también por el Partido Popular— haya presentado los puntos de su acuerdo.
Las elecciones municipales del 28 de mayo no solo permitieron a Vox obtener representación por primera vez en esta localidad de Camp de Túria. La formación verde fue la más votada y ostenta en Nàquera su primera y única alcaldía en toda la Comunitat Valenciana, en coalición con el PP. El pacto de ambos partidos también ha tenido lugar en otros municipios como Torrent, Albal o Xirivella —o incluso la Generalitat—, por lo que trabajan en común para desarrollar nuevos planes.
Entre los 20 principios del acuerdo redactado, anuncian que no se colocarán banderas LGTBI en balcones y fachadas municipales. Además, también informan de la sustitución de las concentraciones contra la violencia machista por manifestaciones que lleven por lema "no a la violencia" o "condenamos toda la violencia".
Estas propuestas han disparado rápidamente las críticas a tan solo cinco días de la celebración del Día del Orgullo LGTBI. El Partido Socialista ha hecho un llamamiento a vecinos y vecinas: "Pon tu bandera del arcoíris en tu balcón, terraza o ventana. Nosotros llenaremos las fachadas de nuestras casas con los colores que el nuevo gobierno niega a toda la sociedad. No daremos un paso atrás ante un gobierno que niega la existencia de una parte de sus ciudadanos".
El mensaje ha comenzado a calar y se pueden observar diversas banderas en las viviendas. A través de este pequeño gesto reivindicativo, parte de la ciudadanía trata de mostrar su rechazo a la decisión tomada por el alcalde y concejales.
Por su parte, el equipo de gobierno insiste en que la restricción tiene por objetivo "mantener una autonomía política" en la institución. Además, aclaran que no se prohíbe el uso de banderas en los espacios públicos del término municipal, sino únicamente en los edificios municipales, siguiendo el protocolo.
"Desde este equipo de gobierno apoyamos rotundamente a todos los vecinos de Nàquera, ya que, según el artículo 14 de la Constitución, los españoles somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación por razón de nacimiento, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal", defienden.
Aunque han elaborado un comunicado para justificar su postura sobre las banderas, por el momento han optado por no dar una explicación pública acerca de la eliminación de las concentraciones de "no a la violencia machista" y su sustitución por "no a toda la violencia".
Justamente, este asunto desencadenó la controversia en la Generalitat Valenciana cuando el pacto entre PP y Vox abordó el término "violencia intrafamiliar". Fue a más cuando el número dos de Vox por Valencia en las elecciones autonómicas y portavoz adjunto en Les Corts la pasada legislatura, José María Llanos, negó la existencia de la violencia de género, una postura que el Partido Popular nacional desmintió: "La violencia de género existe y cada asesinato de una mujer nos conmociona como sociedad. Desde el Partido Popular, no daremos un paso atrás", subrayó Feijóo.
Así pues, el conflicto ha trascendido más allá de las fronteras locales y nacionales hasta llegar a la Comisión Europea. Este organismo deberá pronunciarse sobre el tema a petición de los eurodiputados socialistas Inmaculada Rodríguez Piñero, Domènec Ruiz Devesa y Estrella Durá Ferrandis, que han enviado una pregunta prioritaria.
En concreto, preguntan a la Comisión Europea si considera que la violencia de género existe, si cree que los poderes públicos tienen la obligación de luchar contra ella y si piensa que el pacto suscrito en Nàquera vulnera la legislación de la UE relativa a la igualdad y la no discriminación por motivos de orientación sexual.
