VALÈNCIA (EFE). Telefónica, Vodafone y Orange han eliminado más de 15.000 puestos de trabajo en la última década en España a través de nueve programas de ajustes de empleo, una cifra que puede aumentar en varios miles si finalmente se ejecuta el nuevo plan de bajas voluntarias que prepara la principal teleco española.
Estas salidas se corresponden con las diferentes regulaciones de empleo y bajas incentivadas voluntarias que las tres principales compañías de telecomunicaciones han aplicado en España desde 2013, según los datos recopilados por EFE.
No incluye el nuevo plan de bajas incentivadas voluntarias que está preparando Telefónica y que afectaría a un máximo de 5.000 empleados, aunque se prevé que se acojan a él entre 2.500 y 3.000 trabajadores.
De ejecutarse este plan en las condiciones que Telefónica plantea, la cifra de puestos eliminados aumentaría hasta las más de 18.000 salidas, de las cuales casi el 78 % corresponderían a la teleco española, que ha ejecutado tres planes desde el año 2015.
La compañía pactó con los sindicatos su último Plan de Suspensión Individual (PSI) de empleo en diciembre de 2021, al que se adhirieron 2.317 mayores de 54 años y para el que implicó una provisión de 1.382 millones de euros en gastos de personal, según las cuentas que presentó la empresa ese ejercicio.
Con anterioridad, Telefónica ya había firmado dos planes de bajas más, el primero de ellos en 2015, el cual provocó la salida entre 2016 y 2018 de 6.300 empleados con un coste de 3.800 millones.
Un año después de las últimas salidas, en 2019, la cotizada española volvía a poner en marcha un plan de bajas voluntarias que afectó a 2.640 trabajadores y supuso el desembolso de 1.600 millones.
Junto a Telefónica, Vodafone y Orange también han llevado a cabo expedientes de regulación de empleo (ERE) en España, aunque con un alcance mucho más limitado que los de la primera teleco.
En el caso de Vodafone, la compañía británica ha planteado cuatro ERE en esta última década, que han supuesto la salida de casi 3.200 empleados.
Vodafone aplicó el primer ERE en 2013, cuando dejaron de trabajar para la empresa 620 personas; el segundo llegó en 2015, cuando más de 1.000 empleados se fueron a la calle; el tercero, en 2019, para otros 1.000 empleados; y el cuarto, en 2021, con más de 400 salidas.
Por su parte, Orange ha aplicado dos expedientes de regulación de empleo: uno en 2016, para 467 personas y otro en 2021, que se cerró en julio y que afectó a 400 empleados, todos ellos voluntarios.
Las plantillas de las tres principales compañías de telecomunicaciones en España se han reducido en un 28 % en la última década, al pasar de los 35.538 trabajadores en 2012 a 25.622 en 2022, según los datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En este periodo, Orange ha sido la única teleco cuya plantilla en España ha aumentado, en más de 1.000 trabajadores, hasta sumar 5.294 empleados en 2022, mientras que Vodafone España contaba con 4.088 (unos 100 menos que en 2012).
En el extremo contrario, la sangría de despidos se ha cebado especialmente con la plantilla Telefónica, que ha pasado de tener 27.370 trabajadores en 2012 a 16.240 en 2022, lo que supone una reducción de más del 40 %.
Además, las tres empresas han perdido unos 2.500 puestos de trabajo desde el inicio de la pandemia del coronavirus, afectados, en especial, por las diferentes regulaciones que llevaron a cabo durante 2021.
Los recortes de empleo en el sector no son un fenómeno aislado de España, sino que se enmarcan en un contexto más amplio que está afectando también a las telecos europeas, las cuales prevén eliminar más de 90.000 puestos de trabajo en los próximos años.
Lo harán a través de distintos planes de reestructuración, algunos de ellos muy agresivos, como el de la británica BT, que confirmó el mayo pasado su intención de eliminar hasta 55.000 puestos para 2030.
Junto a ella, Nokia ha anunciado su intención de echar a 14.000 trabajadores, mientras que Vodafone despedirá a 11.000 y Ericsson a 8.500. Más modestos son los planes de Virgin Media O2 o Telia, que prevén recortar 2.000 y 1.500 puestos, respectivamente.
Las telecomunicaciones están comenzando a adoptar grandes modelos de lenguaje de IA generativa para transformar todas las partes de su negocio