ANÁLISIS

Es probable que el plan de estímulo de China no impulse las exportaciones alemanas

21/10/2024 - 

En las últimas semanas se han producido espectaculares subidas de la renta variable china, antes de que volvieran las dudas en medio de un antiguo debate sobre el atractivo del mercado bursátil chino.[1] Queremos centrarnos en un factor especialmente importante para los inversores internacionales, a saber, hasta qué punto importarán las recientes medidas de estímulo más allá de las fronteras chinas. Una buena manera de llegar a un acuerdo con esta pregunta es considerar las exportaciones alemanas a China. Como muestra nuestro gráfico de la semana, las exportaciones solían estar estrechamente correlacionadas con el crecimiento económico chino. Sin embargo, en los últimos cinco años, ambos se han ido desacoplado cada vez más. La pregunta ahora es, ¿dará el amplio programa de estímulo que acaba de iniciar China un impulso tan fuerte a su economía como para que se establezcan mejoras en las tendencias de exportación de la Unión Europea hacia China? Desgraciadamente, en nuestra opinión, la respuesta corta es no, por dos razones.

En primer lugar, la ruptura de la relación mostrada en el gráfico es consecuencia de varias tendencias estructurales. La estructura de la demanda de importaciones de China ha cambiado porque no ha dejado de ascender en las cadenas de valor mundiales, no sólo en bienes de equipo, sino también en tecnologías de la información y otros servicios asociados. En lugar de importar bienes de equipo alemanes, los fabricantes chinos se han convertido incluso en competidores. En el pasado, los fabricantes de automóviles de Alemania, Estados Unidos y otros países aprovechaban los bajos costes de producción y los insumos baratos para vender sus caros "devoradores de gasolina" tanto en el mercado chino como para exportarlos desde allí. Hoy, en cambio, los bajos costes de producción de China están permitiendo a sus fabricantes superar a sus rivales extranjeros en coches eléctricos con software sofisticado[2]. La segunda razón de la ruptura de la relación es que China no sólo importa menos bienes, sino también diferentes, lo que refleja el rápido aumento de la importancia de los servicios y los sectores de la nueva economía.


Así pues, ¿tendrá el último programa de estímulo de China la suficiente repercusión en el crecimiento (y, por tanto, en la demanda de importaciones) como para beneficiar a los exportadores de la UE (aunque sea menos que antes)? Por desgracia, probablemente no. La parte más audaz de los planes del Gobierno está destinada a resolver la deuda de los gobiernos locales y mejorar su situación fiscal. Se espera destinar a ello 6 billones de renminbi (RMB) en los próximos años, transformando la deuda oculta de los gobiernos locales en deuda abierta y proporcionando a los gobiernos locales más fondos para comprar el exceso de stock de viviendas. Esto es necesario para que el sector vuelva a crecer (modestamente). "Todas estas medidas deberían tener efectos positivos duraderos", argumenta Elke Speidel-Walz, economista jefe para mercados emergentes de DWS, "pero verlos llevará un tiempo".

También se han anunciado otras medidas para apoyar, en particular, los ingresos bajos/medios de los hogares chinos, mediante el aumento de su renta disponible, mejorando la Seguridad Social. Sin embargo, esto queda muy lejos de lo que esperaban los mercados, en particular un gran impulso al consumo a través de cheques a los consumidores. En conclusión, es probable que los exportadores de la UE sólo obtengan beneficios limitados del programa de gasto de China y no es probable que la disociación entre el crecimiento de China y las exportaciones de la UE mencionada anteriormente desaparezca pronto.