Tercera entrega de la serie de artículos sobre los proyectos finalistas para la reforma de la Plaza del Ayuntamiento de València
VALÈNCIA. No se trata de sacar a la luz la historia de la Plaza del Ayuntamiento, pero sí de dejar constancia 'geométrica'. Este es el propósito, entre otros, de una de las cinco iniciativas finalistas del concurso de ideas con jurado convocado por el consistorio del Cap i Casal para la reforma integral de la plaza. Bajo el nombre 'Llenç 365', este proyecto plantea una peatonalización casi total del espacio con dos paseos de árboles en los flancos este y oeste.
La recuperación de 27.137 metros cuadrados de espacio para el peatón supondría una inversión de 9,4 millones de euros y se haría, de esta manera, y según la memoria del proyecto, con un diseño que "recupera los trazos de lo acontecido a lo largo de su historia", o mejor dicho, sus huellas. Por un lado, dibujando "dos itinerarios principales que convergen en su vértice norte". Allí, y es algo destacable, se cerraría el tráfico rodado: la plaza quedaría sellada y liberaría su mitad norte de cualquier vial.
Así pues, se dibuja el eje oeste, recogiendo el trayecto procedente del Mercado Central, y se proyecta un trazado lineal marcado por una hilera de pequeños árboles cítricos paralelo a las fachadas de los edificios. El eje este, por su parte, continuaría el paseo con "líneas densas de arbolado" desde la calle San Vicente, por delante del antiguo cine Rialto y hasta llegar al edificio de Correos, cuyo espacio delantero también quedaría peatonalizado.
En este dibujo, que deja el centro de la plaza mayoritariamente descubierto, "se rescatan lugares de la memoria que históricamente han ocupado el espacio central". Unas "referencias históricas dibujadas sobre el pavimento". Así, por ejemplo, se recuperaría la huella circular del antiguo mercado de flores, cuando lucía todavía el diseño del arquitecto Javier Goerlich, que ahora definiría la ubicación de la Falla municipal al ser "el punto de mayor visibilidad".
Y como otra referencia a la memoria, a la altura del consistorio y en el centro de la explanada, se proyectan dos 'láminas-espejo' de agua con fuentes, que representarían la huella de los claustros del Convento de San Francisco que en su momento existió en el enclave. Este espacio evocaría "aquel pasaje lúdico que retrató Sorolla" y constituiría una "superficie ligerísima de agua" donde estar y jugar, pero en momentos concretos puede secarse para acoger espectáculos pirotécnicos -las mascletaes en Fallas-, musicales o de otra índole.
En definitiva, señala el proyecto, un "ejercicio geométrico basado en referencias históricas" con pavimentos de tonos cálidos y matices oscuros, de piedra calcárea y granito que superponen tradición y modernidad. Y que iría acompañado de un tercer cambio de importancia para la plaza: la nueva disposición de las paradas de flores.
Los puestos se reubicarían en el eje central de la mitad norte, en dos hileras paralelas a las fachadas. Una organización que "recupera el ambiente real de mercado" y genera "un verdadero ámbito permeable de actividad abierto en todos sus frentes", y que incorporaría espacios complementarios como puntos de información o baños públicos. En la zona noreste y frente a las fachadas, se contemplan las áreas destinadas a terrazas de manera delimitada.
En cuanto a la movilidad, y como se ha explicado, una de las principales reformas es la peatonalización casi total del espacio. Sin un vial de tráfico norte-sur, el único paso del tráfico con la plaza se encontraría en el cruce de Periodista Azzati con la avenida Marqués del Sotelo, que discurriría por la zona sur hasta la calle Roger de Lauria. Desde allí, se podría llegar a la calle las Barcas por detrás del edificio de Correos, por la calle Pérez Pujol.
Por su parte, la calle San Vicente, desde el nudo norte de la plaza hasta Periodista Azzati, se convertiría en una vía de doble sentido para permitir el tránsito del transporte público. Así pues, "se elimina el acceso con vehículo privado a la plaza" puesto que no hay aparcamientos ni públicos ni privados en ella. Ahora bien, sí se prevén accesos "controlados" a vehículos autorizados y de servicios básicos como limpieza, seguridad y emergencias. En Marqués de Sotelo, además, se amplía la acera del oeste y se le dota de mobiliario y vegetación para conectar con el paseo de cítricos trazado en la plaza.
Sostenibilidad, historia y "libro de estilo"
'Llenç 365' recoge propuestas de sostenibilidad en diferentes ámbitos. Por ejemplo, una red de recogida de aguas pluviales con un aljibe subterráneo para el riego; la reutilización, filtración y desinfección del agua de las láminas y fuentes; la instalación de placas fotovoltaicas sobre la cubierta de los puestos de flores para autoconsumo y para los servicios de la plaza, conexiones de red Smart City, y pavimento drenante en áreas con vegetación.
Por otro lado, también se colocarán "tótems o mobiliario" con identificadores QR con acceso a información en realidad aumentada sobre la historia de la plaza en dos puntos concretos, al norte y al sur de la plaza. Al mismo tiempo que propone un punto de observación en el balcón del Ayuntamiento para visualizar los mencionados "trazos históricos en el pavimento".
Otra de las singularidades del proyecto es la propuesta de crear un "libro de estilo" para asegurar la "calidad, armonía y continuidad estética". En él, se busca homogeneizar las plantas bajas de la plaza para que armonicen señalética, mobiliario, elementos de protección solar, fachadas comerciales, iluminación, etcétera. Un "código estético, modular y funcional" que ordenaría de manera puntual o periódica otros elementos cuando se instalen ferias y eventos para que utilicen "un lenguaje similar" a los puestos de flores.