Albert Soriano, fundador de Zeus (Fotos: EDUARDO MANZANA)VALÈNCIA. La tecnológica Zeus invertirá dos millones de euros para la puesta en marcha de Atlantis, su nueva sede en la Marina de València que levantará en la base 1, ubicada en la zona sur de la dársena. El pasado jueves, la compañía firmaba la concesión a 10 años por este espacio de más de 3.000 metros cuadrados -que fue ocupado por el Mascalzone Latino- para poner en marcha un centro empresarial de tecnología e innovación.
"Todo empezó porque estábamos buscando oficinas nuevas y nos interesamos por la Marina de València. Cuando vimos el enclave pensamos que ahí podía cuajar el concepto que teníamos en mente", explica Albert Soriano, fundador del Grupo Artvisual, del que también forman parte las compañías Summon Press y Sesame. "La gente que trabaja con nosotros es importante, por eso no buscábamos solo unas oficinas a las que ir a trabajar, sino en la que dar los servicios complementarios y que la gente estuviera my a gusto", señala.
En este sentido, Atlantis será un edificio inteligente que albergará actividades de formación de alto rendimiento para profesionales de la tecnología, y un espacio de trabajo y servicios. El centro contará con gimnasio, cafetería, ludoteca, consulta de fisioterapia, aulario, salas para formación y convenciones, espacios de coworking, despachos privados, terrazas para eventos, espacios de ocio y zonas de descanso, entre otros. A día de hoy, el grupo cuenta con más de un centenar de empleados y cuatro millones de facturación.
La tecnológica Zeus ha conseguido diseñar un producto exitoso para hacer más atractivos los datos y que sean motivadores para los trabajadores de las compañías. Esto les lleva a conectar Facebook, Twitter, Analytics para mostrar todos los datos o reflejar en una compañía de comercio online cuánto lleva vendido, la diferencia respecto al día anterior y qué productos están siendo los más comprados. Por lo que, el edificio, también será representativo de ello. "La información permite que el número de reuniones se reduzca y pasen a establecerse más encuentros informales", explica Soriano.
En este sentido, desde la compañía han decidido celebrar "la fiesta" de trabajar todos juntos y crear un espacio acogedor para sus trabajadores. "Siempre nos ha gustado estar juntos y por eso necesitábamos muchos espacios de reuniones, cafeterías o zonas donde poder comer", señala. "Queremos hacer presentaciones, charlas, formación interna y necesitábamos espacios en los que reunir a cien personas o doscientas".
Otro de los objetivos del espacio es la generación de talento tecnológico en la ciudad de València, mediante la atracción de profesionales cualificados a la ciudad y la formación de los perfiles más noveles. "Tenemos que invertir mucho en una formación continua de nuestra gente. Entonces, dentro del proyecto que hemos diseñado en la Marina de València, está el montar aulas de formación continuada relacionada con temas digitales que nos interesan en publicidad o programación", explica Soriano.
"Queremos mejorar la formación de nuestros empleados, pero también queremos empezar a atraer talento con formación continúa y unas instalaciones emblemáticas", recuerda. "En Valencia hemos encontrado a personas suficientemente formadas, pero cuando hablamos de scale-ups es difícil atraer talento. Tenemos que competir contra gente de Barcelona y de Madrid y muchas veces es difícil competir en salarios, pero sí podemos hacerlo en calidad de vida".
Dentro de estrategia, han visto la dársena como un espacio atractivo. "En este sentido, la Marina de València se concebía como el sitio ideal al ser unas oficinas donde tú vas a trabajar a ocho metros del mar, con unas vistas espectaculares, espacio para la gente y una oficina concebidas para disfrutar", recuerda. Desde la tecnológica también pretenden fomentar el networking entre scaleups. "Hay una necesidad de compartir experiencia. Cuando fuimos a la Marina nos dimos cuenta que había gente similar con sus preocupaciones, que tenían muchas ganas de estar compartiendo espacio.
"Es una apuesta muy fuerte como compañía porque no buscamos ningún tipo de rentabilidad en la base, lo cual nos vuelve mucho más auténticos a la hora de querer compartir", explica. De hecho, se han propuesto alquilar espacios, pero siempre a gente que les aporte. Soriano recalca que, a día de hoy, la compañía no tiene inversores lo que les permite decidir cómo quieren vivir la empresa.
"Ahora es el momento de ir despacio y de disfrutar todo lo que nos ha pasado. Queremos que nuestros empleados disfruten de las instalaciones, que tengan tablas de surf a seis metros, que puedan usar motos acuáticas e incluso tendremos un velero en la puerta", señala. "La Marina es mi proyecto vital, los siguientes 10 años". Desde la compañía esperan que el espacio esté listo para marzo.
