VALÈNCIA (EP). El PSOE transformará el gravamen extraordinario a la banca en un impuesto sobre los intereses y comisiones de las entidades financieras que estará vigente en los tres próximos años, hasta 2028.
En concreto, a través de una enmienda al proyecto de ley para crear un impuesto mínimo global del 15% a grandes multinacionales recogida por Europa Press, el Grupo Socialista transforma lo que era una prestación patrimonial de carácter no tributario en un impuesto, lo que a su vez permitirá que las haciendas forales de Euskadi y Navarra gestionen el tributo, tal y como había pactado con el PNV.
El impuesto gravará el margen de intereses y comisiones obtenidos por entidades de crédito y las sucursales en España de entidades de crédito extranjeras, en las actividades que desarrollen en España. Asimismo, el tipo del impuesto tendrá un carácter progresivo, del 1% al 6% en función de la base liquidable.
También permitirá la deducción del 25% de la cuota de Sociedades. Además, se establece una deducción extraordinaria en el caso de que sufran un descenso sostenido de su rentabilidad. Tendrá efecto para los periodos impositivos que se inicien el 1 de enero de 2024 y se abonará en 2025. Será aplicable durante tres ejercicios consecutivos a partir de 2024.
Por otro lado, los socialistas han registrado enmiendas para eliminar, a partir del 1 de abril de 2025, la bonificación que tenía el diésel frente a la gasolina sin afectar al gasóleo profesional.
En concreto, se introducirá un mecanismo para rebajar la tributación que se activará si durante dos meses consecutivos la media del precio del diésel supera los dos euros por litro y la media de cotización del barril de Brent se incrementa ese segundo mes por encima de la media del mes anterior.
El PSOE esgrime que la medida es de carácter medioambiental y sigue las recomendaciones realizadas por organismos internacionales como la Comisión Europea. "No tiene sentido medioambiental, ni sanitario, incentivar ni bonificar el diésel frente a la gasolina", explica el partido.
Otras medidas fiscales que los socialistas quieren introducir es un nuevo impuesto sobre los líquidos para cigarrilos electrónico y otros productos relacionados con el tabaco como vaporizadores o bolsas de nicotina. Asimismo, se pretende actualizar la fiscalidad de los impuestos sobre las labores del tabaco, con el objetivo de elevar el precio de estos productos y así desincentivar su consumo.
Por otro lado, el PSOE aprovecha esta ley para cambiar el Impuesto de Sociedades y compensar la pérdida recaudatoria que supone la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la nulidad parcial de este tributo que llevó a cabo el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Así, se establece de nuevo un límite a las grandes empresas o grupos empresariales para aplicar deducciones para compensar las bases imponibles negativas. El límite es del 50% por ejercicio para las empresas con una cifra de negocio entre los 20 millones y los 60 millones de euros y del 25% para aquellas que superaran los 60 millones.
El Grupo Socialista también introduce enmiendas para incrementar en un punto la tributación de las rentas del capital superiores a 300.000 euros, pasando del 28% al 29%.
La última medida fiscal a destacar es el compromiso de impulsar en la UE la modificación de la Directiva del IVA, con el objeto de gravar este impuesto a las plataformas de arrendamientos de vivienda turística, como Airbnb, en zonas donde la abundancia de estos alojamientos dificulta el acceso a una vivienda o en zonas saturadas. Es el llamado paquete ViDA (VAT in the Digital Age), que el Gobierno considera "una prioridad".