Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA (EP). El grupo municipal del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de València ha indicado este jueves que el ejecutivo de la ciudad, formado por el PP y presidido por María José Catalá, "reconoce que tendrá que indemnizar a las firmar que optaron a gestionar los Docks".
Así lo ha expresado la portavoz socialista en el consistorio, Sandra Gómez, que ha afirmado, en un comunicado, que "el sectarismo y la incapacidad de Catalá ya está costando mucho dinero a los valencianos".
Gómez se ha referido así al expediente que el ejecutivo municipal llevará este viernes a la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento y ha precisado que en él el equipo de la alcaldesa "reconoce que tendrá que indemnizar a una de las empresas que se presentaron al concurso para implantar un centro de datos en los Docks de la Marina como consecuencia de su renuncia a finalizar el procedimiento" para llevar a cabo esa iniciativa.
"El capricho de Catalá de lanzar por los aires una inversión de varios millones de euros que iba a generar más de 500 puestos de trabajo en los Docks no solo es una pérdida de oportunidad para esta ciudad sino que, además, nos va a costar dinero a los valencianos y valencianas", ha manifestado la portavoz socialista.
"En la Junta de Gobierno, el PP reconoce que el Ayuntamiento va a tener que asumir responsabilidades e indemnizar por los perjuicios que les ha ocasionado a las empresas que habían concurrido a la licitación", ha insistido.
Sandra Gómez ha considerado que María José Catalá "está demostrando cada día que pasa su incapacidad para gestionar una ciudad como València".
"Ha ocurrido en la Marina, donde su sectarismo y capricho va a pasar factura a la ciudad tanto por la pérdida de una inversión tecnológica que iba a crear muchos empleos de calidad como por la indemnización que va a tener que asumir el consistorio. También se puede observar en la falta de iniciativa para resolver problemas que están surgiendo en la ciudad como el transporte de los escolares", ha añadido.
Gómez ha considerado que la primera edil "ha embarcado a València en un viaje hacia el pasado donde los coches y la contaminación vuelven a ser protagonistas y se renuncia a inversiones tecnológicas que crean riqueza por puro capricho".
