El público familiar y nacional define el perfil del turista de acampada durante el verano en Gandia

VALÈNCIA. Parcelas para tiendas de campaña; bungalós; zona para caravanas y autocaravanas. Son varios los tipos de hospedaje que ofrecen los campings. En los últimos años, sobre todo a partir de la pandemia, han ido ganando popularidad como alojamiento vacacional por ofrecer un recinto acondicionado al aire libre que se suele ubicar próximo a la playa o a la montaña. Uno de los municipios que permite disfrutar de la cercanía a ambos espacios naturales es el de Gandia. Entre sus objetivos turísticos de este 2023, se ha propuesto promocionar su oferta de acampada en varias ferias internacionales especializadas en este sector con el fin de convertirse en una de las principales potencias en la provincia de València.

Las cifras de ocupación y el perfil del turista en los campings varía según la época. Tal y como cuenta a Valencia Plaza la gerente del Camping l'Alqueria en el Grau de Gandia, Juana Peiró, durante la temporada estival predomina el público familiar y de precedencia nacional, a diferencia de los meses de invierno en los que el viajero suele ser extranjero y jubilado. "Básicamente, viene gente de la Comunitat Valenciana y del centro de España. Madrid y Castilla la Mancha. Suelen ser destinos a 3 o 4 horas de aquí y que no tienen playa, porque lo que buscan es eso, playa, montaña, naturaleza", añade. Además de esta tipología, destaca también en verano un porcentaje de gente joven que llega atraída por el desarrollo de festivales cercanos a la ciudad.

Según los datos proporcionados por el Centro de Turismo de Valencia (CdT de Valencia), una tendencia habitual de los campings valencianos es que durante los meses otoñales e invernales predomina el campista extranjero, mientras que en el resto del año la procedencia suele ser nacional. En este sentido, el turismo de acampada de Gandia sigue la misma línea. Sin embargo, hace algún tiempo, esta situación era distinta. Las restricciones de movilidad internacional producidas por la pandemia frenaron la llegada de los turistas de Europa. A pesar de que la crisis sanitaria afectó a todos los sectores, el de los cámpines ha vivido un incremento de la demanda desde que esta finalizó. 

Auge de los campings en pospandemia

Una de las características que más identifica a los campings es su entorno. Aunque ofrecen distintos tipos de hospedaje, como las parcelas donde montar una tienda de campaña o pequeñas casas conocidas como bungalós, estos suelen estar rodeados de la naturaleza y del aire libre. En este sentido, la demanda hacia este tipo de alojamiento se ha incrementado en pospandemia. "Mucha gente que iba a hoteles se pasó a los campings; aunque tenían contacto con otras personas, se sentían más seguros al estar al aire libre. También habíamos pasado mucho tiempo encerrados en casa", señala Peiró.

Tal y como publicó la Cdt Valencia, el sector del camping de la Comunitat Valenciana creció un 27 % a nivel de ocupación entre enero y septiembre de 2022 respecto al mismo periodo del año anterior. Este 2023, en el acumulado de enero a abril, el número de pernoctaciones ha subido un 13'3%. En este sentido,  la gerente del Camping l'Alqueria prevé un lleno en materia de ocupación en el camping para este verano y asegura que tiene reservadas todas las parcelas para el invierno. "La primera semana de julio suele ser más floja. A partir del 10 o 12 y, por lo menos, hasta el 24 de agosto suele estar bastante completo. En invierno, hay más tendencia hacia las parcelas y los bungalós están más vacíos; ahora es al contrario entre semana. El fin de semana siempre se llena", indica. 

Público familiar fidelizado

Más allá de la reciente incorporación de nuevos campistas, es habitual también encontrar a un público que incluso antes de pandemia ya escogía este tipo de alojamiento vacacional. Tal y como indica Peiró, uno de los valores añadidos que proporcionan los campings es la capacidad de socializar. En este sentido, es habitual que muchas familias repitan en época estival el mismo destino turístico. "Aquí hacen amistades los niños y los padres. Igual un niño o una niña es de Madrid, otro de Cuenca y otro de Valencia, pero cada año se vuelven a encontrar. Los padres vuelven porque los niños se lo pasan bien. Tenemos mucho cliente fidelizado desde hace tiempo", indica.

En el caso del turista de época más invernal u otoñal, habitualmente jubilados o prejubilados, reclaman también otro tipo de actividades externas al camping. "Últimamente, vienen también por la cultura más que por la playa. Visitan el Palau Ducal, el Museo Fallero...  Les gusta visitar el patrimonio", añade Peiró. La procedencia habitual de estos campistas es Francia, Holanda, Alemania e Inglaterra, aunque también despunta algún porcentaje de Bélgica. Sin embargo, en verano suelen mantenerse únicamente los franceses. "Vemos que los europeos suelen reservar con más antelación, pero el nacional va más sobra la marcha. La previsión es que llenemos ahora también, aunque todavía queden plazas por reservar", añade.

El Camping de l'Alqueria, situado en el Grau, a pocos minutos de la playa, es el que más plazas ofrece: 750.  Además de este, existen otras dos opciones más: Camping la Naranja, también cerca de la costa, con 320; y el Camping La Escalada, ubicado en Marxuquera, con 240. Según avanzó Peiró hace unos meses, la idea es formar una asociación que aglutine a todos ellos. Por el momento, los trámites están paralizados, pero espera que entre septiembre y octubre pueda ponerse en marcha. Con esta nueva entidad pretenden acceder a diversos tipos de ayudas y llevar a cabo colaboraciones. Todo ello con el mismo fin que ya se inició desde hace unos meses en la administración local: potenciar el turismo de acampada en Gandia y mejorar la oferta de este tipo de alojamientos en la ciudad.