¿Puede una ópera de Monteverdi ser una de las propuestas más contemporáneas de Les Arts?

VALÈNCIA. La ópera empieza con Monteverdi. Eran otros tiempos, otras épocas, otras óperas. Pero desde aquel 1643 hasta la actualidad, a pesar de sus casi cuatrocientos años de historia, L'incoronazione di Poppea puede seguir siendo actual e incluso contemporánea. Así se lo ha puesto como reto Les Arts, que estrena la próxima semana la obra en el Teatro Martín i Soler pero en versión escenificada. Una vuelta a las condiciones primitivas de la ópera que, a su vez, supondrá una novedad absoluta para el público del auditorio valenciano. “Va a ser importante”, recalcó una y otra vez ayer Jesús Iglesias Noriega, su director artístico.

La versión de L'incoronazione di Poppea vendrá acogida por Cappella Mediterranea y su director, Leonardo García Alarcón. La Orquesta de la Comunitat Valenciana descansa porque el título necesita una formación diametralmente diferente. “Monteverdi no se puede hacer con una orquesta de formación clásica. Monteverdi o se hace bien, o mejor que no se haga”, aseveró ayer Iglesias Noriega. Cappella Mediterranea apenas serán un par de decenas de músicos que prácticamente improvisan sus intervenciones cada noche. “Siempre es diferente porque nuestro objetivo es adaptarnos a las emociones de los cantantes”, explicó García Alarcón. 

No hay ensayo de antepiano porque la Cappella Mediterranea ha de empaparse de lo que ocurrirá en escena, conocer bien al elenco y sus movimientos, saber leerlos, al igual que al director de escena. Suben con apenas algunas notas de la obra que van a tocar, y entonces, se dejan llevar: “Nuestro proceso es parecido al de un grupo de jazz, por ejemplo”. Este modo de hacer les ha convertido en la orquesta de referencia en las óperas de París o Amsterdam para abordar el periodo musical de Monteverdi. Esta es su primera vez en València.

La dirección de escena corre a cargo de Ted Huffman, que ya conoce el público valenciano por Les mamelles de Tirésias, de Poulenc, o Trouble in Tahiti, de Bernstein, en las últimas temporadas de Les Arts. Huffman propone sacar el jugo a esta obra pasional y desenfadada. Se verá en la Martín i Soler después de haberse estrenado con gran éxito en el Festival de Aix-en-Provence y en la Ópera de Rennes. Co-producida por Les Arts, estuvo nominada al mejor montaje en los últimos Opera Awards. Se hará, más o menos, como hace cuatro siglos: en un auditorio algo más pequeño, sin tantos artificios. La vuelta a la ópera de entonces. Iglesias Noriega quiso dejar claro que la sala no marca el estátus de calidad de la obra: “es una de las apuestas más ambiciosas de la temporada”. Seguramente, una de las joyas ocultas, que además solo cuentan con cuatro funciones en menos de una semana.

La complejidad como invitación

“Es una obra que implica al público porque es compleja. Todos los diálogos son esenciales, todo lo que ocurre es esencial. Los personajes son buenos y malos a la vez, y es el público el que tiene que decidir con quién se identifica. La complejidad y la profundidad de la obra es la que invita al público a formar parte de ella”, explicó ayer lúcidamente Jacquelyn Stucker, que interpretará a Poppea. Stucker y Les Arts han hecho match, y esta es la tercera vez en dos temporadas que se subirá a un escenario, tras hacer hace apenas un par de meses a Zerlina en Don Giovanni y representar, en 2022, el papel de Dalinda en Ariodante. Esta, sin embargo, es “una de las obras más importantes de mi carrera”, afirmó rotunda en rueda de prensa ayer.

El sexo y el poder son los pilares de esta obra que Monteverdi estrena apenas un año antes de su muerte. Como las grandes tragedias griegas, L'incoronazione di Poppea pone en escena las grandes pasiones universales con personajes complejos sacudidos por el deseo y la ambición. Leonardo García Alarcón hizo ayer una defensa férrea sobre aquellos aspectos problemáticos de la obra: “La ópera ha de visiblizar los problemas de la sociedad, lo que es problemático. No queremos ocultar nada. El mundo y los valores han cambiado. Perfecto, pongamos entonces en escena todo aquello que queramos cuestionar”. Sobre la música: “Monteverdi recoge todos los géneros existentes. Si viviera en la actualidad, podría recoger en una obra una canción de Fallas, la canción de un músico callejero o composiciones contemporáneas”.

Así, en fondo y forma, en la propuesta musical y en el contexto de la programación de Les Arts, L'incoronazione di Poppea viene del pasado para intentar ser vanguardia para el público valenciano. El abanico estilístico y temporal que se va ampliando poco a poco en el ciclo de ópera de Les Arts suele dejar grandes sorpresas, como Wozzeck el año pasado.