El Puente de Hierro de Cullera, más seguro y accesible para las personas

El proyecto de rehabilitación ha contado con un presupuesto de en torno a los 250.000 euros

12/06/2020 - 

VALÈNCIA. La rehabilitación y modernización del histórico Puente de Hierro de Cullera ya es una realidad. Las obras de reconstrucción, que se iniciaron en julio de 2019, finalizaron hace unas semanas, pero no fue hasta el jueves cuando el Ayuntamiento de Cullera presentó de manera oficial el “nuevo” viaducto que fue declarado Bien de Interés Local en 2010. El objetivo del proyecto era “devolver al puente su aspecto original mediante un proceso de restauración respetuoso y sostenible, potenciar la circulación para el paso de peatones y convertirlo en un mirador sobre el río Xúquer”, explican desde el ayuntamiento.

Las obras han contado con un presupuesto de en torno a los 250.000 euros y ha sido cofinanciado por la Diputación de Valencia, que ha aportado una Inversión Financieramente Sostenible de 214.000 euros. Así, el proyecto ha consistido en eliminar uno de los dos carriles destinado a vehículos, dejando únicamente un carril de entrada a la ciudad. De este modo, se ha ganado espacio peatonal. “Antes había dos aceras muy estrechas, de unos 70 cm, por lo que el puente era poco accesible para las personas. Pero con la eliminación de uno de los carriles, hemos podido ampliar una de las aceras hasta más de dos metros. Ahora es un espacio más accesible y seguro para vecinos y visitantes”, ha explicado Bernat Escolá, concejal de Urbanismo, Actividades Medioambientales y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Cullera.

Este espacio ganado a los vehículos se ha adaptado con dos rampas accesibles y cuenta con un mirador ubicado sobre el río Xúquer, donde se ha dispuesto material urbano como bancos y maceteros para diferenciarlo del resto de la vía. Así como una maqueta del propio puente que permite convertirlo en un punto privilegiado para la observación del río. Asimismo, se ha sustituido la iluminación actual por LEDs que mejorará tanto la luz del vial como la del recorrido para las personas. Debido a la antigüedad de la infraestructura -de 1905- y al hecho de que no había sido reformado anteriormente, también se ha restaurado el tramo central de este puente donde parte de la estructura metálica que lo sujeta se encontraba en “muy malas condiciones”, según apunta el concejal.

Durante este proceso de rehabilitación, los técnicos encargados de la obra descubrieron que bajo las numerosas capas de asfalto acumuladas por el paso del tiempo, como consecuencia de su pasado como tramo de la carretera nacional, se escondía un entramado de desagües totalmente colapsado por el asfalto. “Hemos bajado el nivel del asfalto y hemos puesto en funcionamiento esos desagües, ahora ya funcionan como estaba proyectado desde los inicios del puente”, ha apuntado Escolá. Otra de las sorpresas que se escondían bajo el asfalto, eran los adoquines originales de la época en la que fue construido, principios del siglo XX. Ante este descubrimiento, desde el ayuntamiento se decidió restaurarlos para mejorar su estado y devolverlos a su lugar original. “Todos estos imprevistos en el proceso de rehabilitación han provocado que el proyecto se demore más tiempo del previsto”, analiza Escolá.

Desde la concejalía de Urbanismo se incide en que este ha sido un proceso “respetuoso con el medio ambiente”. “Se trata de una intervención sostenible porque para restaurar la zona peatonal hemos recuperado el material que ya existía y, por lo tanto, no hemos tenido que utilizar nuevo”, ha recordado Bernat Escolá, “además, eliminando un carril conseguimos reducir el tráfico a la mitad al mismo tiempo que le damos más seguridad y accesibilidad al peatón”. El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha explicado que era “conveniente adaptar un puente que cada vez utilizaban más las personas con cierta peligrosidad, teniendo en cuenta que no era necesario el doble sentido de circulación con la construcción de nuevos puentes a los últimos años”.

Este proyecto dirigido por el arquitecto de Cullera Rafael Grau y llevado a cabo por la empresa de Barcelona La Maquinista Terrestre y Marítima, ha querido mejorar las condiciones de la infraestructura pero manteniendo la esencia del puente. Para ello, han sustituido algunas partes de las barandillas del puente de hierro forjado que se encontraban “oxidadas e incluso deshechas en algunos tramos” por unas réplicas de material nuevo. “La forma de la estructura de hierro es lo que le aporta el estilo característico al viaducto, por eso hemos mantenido la forma original pero con nuevos materiales”, ha expresado el concejal.

El Puente de Hierro de Cullera data del año 1905 -es el viaducto de hierro más antiguo de la comarca- y se construyó para sustituir al denominado puente de las barcas, precariamente hecho de madera. Se encuadra dentro de la tendencia del siglo XIX, cuando se empezó la construcción de puentes sobre el río Xúquer utilizando una técnica innovadora que se estaba aplicando en el resto de Europa. “Es una estructura que tiene un gran interés desde un punto de vista estructural, tipológico, histórico y etnológico, ya que puede considerarse como un elemento representativo de la arqueología industrial”, explica el concejal, “le hemos dado la relevancia que merece. Hemos hecho que un puente de principios de siglo XX sea accesible y sostenible, adaptado a los nuevo tiempos”.


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