Puig convoca elecciones y entra en campaña: evita mencionar al Botànic y a sus socios 

VALÈNCIA. Ximo Puig realizó este lunes el esperado trámite para la celebración de las elecciones autonómicas el próximo 28 de mayo: la disolución de Les Corts y la convocatoria oficial de los comicios. El presidente de la Generalitat ofreció una declaración institucional en la que entró de lleno en campaña electoral, con un balance en positivo de la gestión de su Ejecutivo durante esta legislatura y, eso sí, sin mencionar o reivindicar el pacto del Botànic salvo un agradecimiento a los miembros del Consell –incluyendo a los dos vicepresidentes– en sentido amplio. 

Puig entró en el Saló de Corts del Palau arropado por los once titulares de los departamentos que forman parte del Gobierno valenciano. Una imagen muy diferente a la de 2019, cuando, en el mismo escenario, anunció el adelanto de las elecciones. Aquella jornada compareció en solitario tras tomar la decisión con el desacuerdo de Compromís, que poco después la criticaba en una rueda de prensa de la entonces vicepresidenta, Mónica Oltra, junto a los consellers de la coalición. 

El final abrupto de esa legislatura dejó la imagen de división total entre los socios, pese a lo cual posteriormente volvió a haber acuerdo para formar Gobierno incorporando a Unides Podem. Cuatro años después, esa fotografía de ruptura no ha vuelto a repetirse, pues Puig ha optado por agotar la legislatura. Esta vez ha prevalecido la de la unidad tras un pleno extraordinario del Consell y la firma del decreto que disuelve Les Corts. Sin embargo, la imagen no va del todo acompasada al discurso. Los socios del Botànic tampoco están en su mejor momento y la proximidad de la cita electoral sólo hace que acrecentar sus diferencias en busca de sus votantes. Que ya están todos en campaña es una evidencia.  

El propio Puig mostró distancia con el tripartito. En su alocución, repitió en varias ocasiones la palabra "autogobierno" y defendió la "vía valenciana". Una forma de gestión, dijo, basada en la moderación, el diálogo y la búsqueda de acuerdos. Sin embargo, no hubo referencia al Botànic, el pacto con Compromís y Unides Podem del que en multitud de ocasiones ha sacado pecho. De hecho, lo hizo en 2019 pese a la división de ese momento para remarcar que había sido "una historia de éxito". 

El presidente de la Generalitat se mueve ya, de este modo, en la estrategia electoral que quiere llevar el PSPV –al igual que el PPCV– de vender la apuesta de gobernar en solitario. Este mismo miércoles hay previsto un acto de partido en la Plaza de Manises –donde se ubica el Palau– con el lema "Un president per a la majoria", lo que encaja en este discurso. 

Puig destacó en su declaración institucional de este lunes que se cierra una legislatura "excepcional" y "única para el autogobierno" en la que la Comunitat Valenciana ha avanzado "en creación de empleo y en cohesión social" y tiene ante sí "un nuevo mapa de oportunidades".

El jefe del Consell recordó que los últimos cuatro años han estado marcados por la DANA que afectó gravemente a la Vega Baja, los importantes daños en el litoral causados por la borrasca Gloria y las 10.451 muertes ocasionadas por la pandemia covid. A lo que se añade, en la actualidad, la elevada inflación provocada por un año de guerra en Ucrania.

"Hay insuficiencias; ni todo lo hemos hecho bien, ni todo está bien, pero estamos mejor", admitió Puig, quien seguidamente valoró que "todos los indicadores económicos y sociales de la Comunitat Valenciana reflejan que este territorio está mejor que en 2015 y que se está avanzando "manteniendo la estabilidad, forjando acuerdos y priorizando las soluciones".

"Esta es una comunidad que no quiere retroceder", indicó el presidente de la Generalitat ante la posibilidad de que gobierne la derecha. En su opinión, en las dos últimas legislaturas "se ha avanzado en soluciones donde había disfunciones" y aunque ahora "no todo es perfecto, ni mucho menos", se está en condición de conseguir "nuevos hitos".

Puig enumeró logros como la reforma fiscal, la llegada de Volkswagen, el aumento de las plantillas educativas y sanitarias, el "clima permanente" de acuerdos y diálogo social frente el "ruido" de otros territorios, la aprobación de 30 leyes, los 3.600 millones de euros llegados de fondos europeos, la supresión de barracones, la ampliación de XarxaLlibres, la gratuidad de la escuela de 2 a 3 años, el incremento en el número de personas beneficiarias de la dependencia y la Renta Valenciana de Inclusión o el haber superado "el paradigma de la corrupción". Asuntos, algunos de ellos, que han llevado consellerias de Compromís.

En el capítulo de temas pendientes, comentó algunos que "no dependen sólo de los valencianos", como una financiación autonómica justa, "que se va a seguir reivindicando con unidad", o que la Comunitat tenga dentro de España "el papel que le corresponde desde una visión federalista". Otros compromisos fueron exigir "agua para siempre", con "determinación, diálogo y soluciones" y sin confrontaciones "estériles" que solo traen "barro"; reclamar como "irrenunciable" el trasvase Tajo-Segura; y continuar exigiendo las inversiones del Estado que corresponden a la Comunitat y que sean equilibradas entre las tres provincias.