VALENCIA (EP/VP). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha insistido este martes en la necesidad de reformar el modelo de financiación autonómico y, al respecto, ha propuesto un fondo de desarrollo regional y otro de reequilibro financiero que permita que las comunidades que han acumulado deudas por la infrafinanciación acuerden con el estado el reconocimiento de las mismas.
También plantea revisar las contribuciones forales en las cargas del Estado "para hacer compatible la singularidad institucional con la equidad, solidaridad interterritorial y transparencia".
Así lo ha planteado Puig en el pleno monográfico que se celebra en las Corts, a propuesta del Gobierno valenciano, para reclamar una financiación justa. A esta sesión, que ha comenzado con un minuto de silencio por los tres últimos casos de violencia de género en toda España, han acudido representantes de la sociedad civil, del mundo empresarial y sindical y los miembros del Comité de Expertos que elaboraron el informe sobre financiación.
El jefe del Consell ha reclamado, al inicio de su intervención, el acuerdo de todas las fuerzas políticas para exigir al Gobierno central "un cambio justo en el modelo de financiación y acabar con la mayor discriminación que ha sufrido una comunidad en toda la historia de la democracia". "Pedimos única y exclusivamente lo que nos corresponde", ha resaltado.
Asimismo, se ha comprometido a defender el acuerdo que salga de las Corts "en todos los ámbitos, en todas las condiciones y gobierne quien gobierne" tras las elecciones de diciembre.
La propuesta del Consell, que es "para toda España", plantea tres tramos de recursos. El primero, para "garantizar un nivel mínimo de recursos fundamentales" para educación, sanidad y prestaciones sociales, para lo que propone la creación de un fondo de garantía del estado de bienestar, "con la finalidad de evitar que las caídas de la recaudación en períodos de recesión lo pongan en peligro".
Los otros tramos son para dotar con suficiencia financiera al resto de competencias autonómicas y para crear un espacio fiscal propio para las comunidades, para que puedan decidir sus niveles impositivos, basado en la "corresponsabilidad".
Para Puig, el cambio del modelo de financiación "no puede esperar, se debe abordar de inmediato, con todos los interlocutores sin más dilación". Respecto a las razones por las que la Comunitat ha sido la única autonomía que no ha recibido un trato justo ni en financiación ni en inversiones ningún año, el 'president' cree, en parte, se debe a que "nunca hemos actuado unidos de verdad cuando se trataba de negociar con el Gobierno de España", porque "siempre había intereses partidistas".
También considera que la "lealtad que siempre ha demostrado la Comunitat con el resto de España ha sido mal entendida", y ha advertido de que "la lealtad que no es de ida y vuelta no es lealtad". Del mismo modo, se ha referido a la "hipoteca reputacional por la corrupción y del derroche de recursos", una cuestión que "dificulta cualquier negociación".
Para Puig, "el problema doble necesita una respuesta doble" que, a su juicio, pasa por conseguir un pacto por la financiación "lo más amplio, fuerte y estable que seamos capaces" y "acabar con la invisibilidad", para lo que ha asegurado que la Comunitat será "parte activa del futuro de España".
Durante su intervención, el jefe del Consell ha resaltado que este año el 9 d'Octubre debe ser "de unidad de los valencianos y de cambio" y ha advertido de que "sin un cambio en el modelo de financiación "el autogobierno y la Generalitat no serán viables" y únicamente podrán servir "de decorado".
Ximo Puig ha denunciado que "la Comunitat ha estado mal financiada históricamente" y ha recordado que, según la Comisión de Expertos nombrados por las Corts, la deuda histórica mínima, solo entre 2002 y 2013 está por encima de los 12.400 millones de euros, a la que habría que añadir más de 3.000 millones intereses. Asimismo, ha indicado que un madrileño recibe 165 euros al año más que un valenciano; un catalán, 303 euros más y un vasco, 2.015 euros más.
El presidente de la Generalitat ha criticado que el Gobierno central ha prorrogado en 2014 y 2015 la negociación para un nuevo modelo de financiación que se tenía que haber reformado en 2013, una decisión que ha calificado de "ciertamente incomprensible" y con la que "para nada se busca garantizar la igualdad de los españoles". Según Puig, se trata de "una cuestión de Estado" y ha alertado de que se está incumpliendo la Constitución y la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas.
A su juicio, que "cada día que pasa la necesidad de reformar el sistema de financiación es inaplazable", y ha criticado que "mientras casi todas las comunidades siguen recibiendo más recursos que la nuestra en materia de financiación", la Generalitat "sólo obtiene préstamos que tiene que devolver al Estado".
Además, ha subrayado que a la infrafinanciación se une la falta de inversiones del Estado, de modo que todo ello "ha llevado a la orilla del abismo financiero a la Generalitat". Al respecto, ha subrayado que al final del segundo trimestre de 2015 la deuda de la Comunitat superaba ya los 40.000 millones de euros, lo que supone el 40 por ciento del PIB.