La portavoz de C's ha captado la atención de los medios por la eclosión de su partido pero también por sus propias intervenciones en Les Corts
VALENCIA. La portavoz de Ciudadanos (C's) en Les Corts, Carolina Punset, no es una diputada que deje indiferente a nadie. Azote de los nacionalistas, no deja pasar la ocasión en la cámara de poner en apuros al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, señalando las concesiones a sus socios de gobierno.
De la misma manera, castiga constantemente al PP por la herencia dejada en la Comunitat Valenciana y por su gobierno en el ámbito nacional. Un discurso que confluye en el de su líder, Albert Rivera, cuando proclama: "Los valencianos no tienen que estar enfadados con Madrid, sino con el PP y el PSOE".
Procedente de la política local y el ecologismo, Punset se enfrenta a la tarea parlamentaria con "mucha ilusión" y también con un punto de amateurismo que provoca el interés de los medios de comunicación y le confiere un aura de credibilidad. Dice lo que piensa.
-Casi seis meses ya en Les Corts Valencianes, ¿se imaginaba así el trabajo?
-Vengo entrenada. Llevo ocho años en el ámbito municipal que para mí es incluso más difícil. El trabajo es similar aunque más amplio y debes saber de más temas. Ese ha sido el esfuerzo, ponerme al día en asuntos que conocía de manera más tangencial. Así que seguimos aprendiendo.
-Sí, por eso es un poco más complicado en mi opinión. Aunque ahora también me paran para preguntarme cosas, para hacerse una foto o darme ánimos. Eso es lo más bonito de la política, que notas que las cosas que haces le tocan a la gente. Pero aquí también está el precio a pagar: para conseguir cosas para las personas tienes que pagar el peaje de lo que supone la vida de los partidos políticos.
"Para mí, el precio de la política, conseguir cosas para las personas, es el de pagar el peaje que supone la vida de los partidos"
-Ya en su libro deja entrever eso.
-Es que mi partido en Altea, el CIPAL funcionaba de una forma familiar. De hecho era mi segunda familia, por eso lo soportaba.
-Tiene una trayectoria amplia en diversos partidos...especialmente en el ámbito verde. ¿Por qué es tan complejo el ecologismo en España?
-En España llegó a haber 60 partidos verdes. Durante siete años luché para que hubiera una organización similar al Die Grünen en Alemania o Les Verts en Francia. Para ello tienes que creer que la ecología es lo más importante por encima de otras cuestiones. El problema de los ecologistas en España es que siempre les han importado más los nacionalismos que lo verde, lo que ha excluido a muchísimos potenciales votantes, como yo misma. El último gran ejemplo fue Equo, que podía haber tenido un gran futuro, entregó su proyecto a Compromís en la Comunitat y a ICV en Cataluña.
-Sí, por eso aterricé en Ciudadanos después. Cuando yo creé mi plataforma en 2006, la llamé Ciudadanos por Altea precisamente por el partido de Albert Rivera, porque coincidía en la búsqueda de propuestas más que eslóganes para solucionar los problemas de los ciudadanos. Por ejemplo, en Alemania el partido verde pacta con la derecha o la izquierda y no es porque estén vendidos, de lo que se trata es de hacer realidad parte de tu programa, tus propuestas.
Esto que es tan fácil de entender, los verdes españoles no lo han entendido: se han comportado de manera muy sectaria y Ciudadanos es todo menos sectario. Por eso no somos partidarios de cordones sanitarios, lo cual no significa que renuncies a tus principios: lo que quiere decir es que no excluyes a nadie porque venga de un sitio. Tú te pones de acuerdo o no en puntos concretos según a dónde se quiere ir. Por eso hemos podido pactar en Andalucía con unos y en Madrid con otros. Pienso que los electores están empezando a valorar esto y se empiezan a dar cuenta de que la política de trinchera, de rojos y azules, no es útil para solucionar los problemas.
-Ese pragmatismo, ese fin justifica los medios... ¿nos tenemos que acostumbrar a eso?
-Eso es lo que ocurre en Europa. La mayoría de gobiernos son de coalición: debemos pasar en España de una concepción guerracivilista de la política en la que al adversario no se le da ni agua, a una concepción simplemente realista. La política es diálogo y consenso: se ha empezado a trasladar en las autonómicas y locales y lo veremos más aún en las próximas elecciones generales. Veremos que renunciar a ciertas cosas para conseguir cambios necesarios no es renunciar a la esencia, sino más bien al contrario. Como dijo Alfonso Guerra: “Pactar es ceder todos y si todos ceden, no cede nadie”.
-Estamos convencidos de que la emisión en pruebas es un error porque puede ser instrumentalizada políticamente y desacreditar el proyecto posterior. Creo que Compromís será determinante en esto y tengo la sensación de que tampoco les gusta, por lo que pienso que seremos suficientemente numerosos en la comisión para que impere nuestra postura.
-También tiene buena sintonía con Antonio Montiel de Podemos sobre el territorio... ¿van a pactar más cosas con este partido?
-Estaremos al lado de cualquier partido que esté dispuesto a negociar propuestas de Ciudadanos. Y es evidente que en materia de urbanismo sostenible PP y PSOE han sido los responsables de las leyes urbanísticas que han provocado el saqueo de nuestro territorio. Así que hay más posibilidades de ponerse de acuerdo con formaciones que no tienen esa trayectoria. En este caso, contar con Montiel, que tuvo protagonismo en la defensa de l'Horta, lo considero una suerte para la Comunitat porque en esa materia es un especialista. Para mi estas cosas, como defender el territorio, es hacer más patria que aprobar una ley de señas de identidad.
-¿Le ha sorprendido gratamente alguna persona que ha conocido en Les Corts?
-Me está encantando conocer las Cortes y la pluralidad que hay. Lo interesantes que son los debates y las negociaciones cuando no hay un rodillo mayoritario en el arco parlamentario. Creo que se llega a soluciones mucho más equilibradas con esta pluralidad aunque compliquen un poco la vida parlamentaria. Pero vale la pena y opino además que hay calidad en el debate y no tiene nada que envidiar al del Congreso u otros foros. Por otro lado,en lo personal, diría que tengo muy buen feeling con casi todo el mundo.
"Oltra me gusta porque me gusta la gente con corazón. Algunos compañeros me llaman la Oltra de Ciudadanos"
-¿Con Oltra también?
-Sí, claro. A mi me gusta la gente con corazón. De hecho algunos de mis compañeros me dicen a veces que yo soy la Mónica Oltra de Ciudadanos.
-¿Hasta el momento, de qué es lo que está más orgullosa?
-Nuestra propuesta para salvar territorio, sin duda. Solo por eso ha valido la pena todo el trabajo.
-Sus debates con el presidente, Ximo Puig, suelen ser interesantes. ¿Cómo ve al jefe del Consell?
-A principio de legislatura dije: “Cuidado con el nacionalismo”. Creo que Compromís ha engañado de alguna manera a muchos votantes que no pensaban que estuvieran votando a un partido nacionalista aunque así sea y pese a que Mónica Oltra diga que ella no lo es. El segundo gran problema que tendrá el Consell es que han venido haciendo una política de titulares en la que solo hablan pensando en el electoralismo, tal vez con el corazón, pero sin poner en la otra mano lo necesario para cumplir las promesas. Suelo reprocharle mucho al presidente que le gusta demasiado el titular.
-¿Usted cree que este Consell aguantará toda la legislatura?
-Cuatro años son una eternidad. Los tripartitos en España han sido una calamidad: no por nada, pero si ya te suele costar ponerte de acuerdo con los tuyos... Aún así, como opino que el PP no es alternativa de gobierno porque le toca irse al rincón de pensar, creo que Ximo Puig ya sea con este apoyo que tiene ahora o con otros apoyos que pueda tener en el futuro seguirá siendo presidente hasta el final de la legislatura porque es el partido más votado tras el PP.
-Al hilo de esto, ¿cómo puede cambiar el panorama aquí con las elecciones generales?
-Me pide demasiada política ficción. Tenemos nuestras líneas rojas: no gobernamos con nacionalistas y somos partidarios de asumir nuestra responsabilidad desde la oposición para dar estabilidad institucional a los gobiernos. Todo dependerá de los resultados.
-Si le digo la verdad, no me gustan mucho los cargos y honores, pero me encanta que mi trabajo sea útil y hay más posibilidades de hacer realidad propuestas cuando estás en un gobierno. Quiero decir, a mi me gusta gestionar, no figurar.
"¿Consellera de Medio Ambiente? Me encanta que mi trabajo sea útil y eso es más posible estando en el gobierno"
-¿Qué opina de los presupuestos y de la maniobra del Consell de pintar 1.300 millones de euros?
-Intenta poner sobre la mesa el problema de la infrafinanciación pero demuestra a la vez un cinismo político sin parangón. Podía haber tomado medidas para la reducción del gasto en duplicidades, estructuras administrativas innecesarias, empresas públicas... no se debe plantear el problema y no la solución. Debemos tener más ingresos, sí, pero ser más eficientes en el gasto. Ahora bien, cabe recordar que el presidente Puig es del PSOE y pertenece a un partido que allá donde se decide, que es en el Congreso, vota a favor de mantener lo que llaman hechos diferenciales, que no son más que injusticias, como los privilegios vascos y navarros.Los valencianos no tienen que estar enfadados con Madrid sino con el PP y el PSOE.
-¿Usted prefiere quedarse aquí o marcharse a Bruselas?
-Es algo que estoy reflexionando y sobre lo que tendré que escuchar varias opiniones. Estoy muy a gusto aquí y creo que se me nota. Pienso que le he dado un enfoque a las propuestas muy personal y desde luego que cualquier compañero puede sustituirme pero creo que lo haría de manera distinta, no digo que mejor ni peor. La verdad es que siento que me he hecho un hueco.
-Pero la decisión es suya, los valencianos son los que le han votado.
-Sí, pero teniendo en cuenta la opinión del partido también. Formo parte de un equipo, no soy un llanero solitario.
-¿Le preocupa lo que ocurre en la Diputación de Alicante, donde hay un pacto con el PP y han surgido informaciones que poco tienen que ver con cosas como las que predica C's?
-Sí. Me preocupa mucho que nuestro discurso sea coherente con la realidad porque nosotros no vendemos humo. En la Diputación de Alicante tal vez hemos tardado un poco en reaccionar, en organizarnos, pero hemos solicitado por ejemplo que se bajen los sueldos y que se eliminen las agencias comarcales para acabar con duplicidades y gastos innecesarios. Yo no tengo competencias en la corporación provincial, el responsable de mantener la coherencia es nuestro diputado Fernando Sepulcre pero voy a tratar de supervisar y constatar que exista esa coherencia como está creo en camino de lograrse.