Puig trabaja la visibilidad en Madrid donde más duele

VALENCIA. Fuerte revuelo causó esta semana el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con sus declaraciones en Madrid sobre Cataluña. Unas palabras que, lejos de rectificar, volvió a pronunciar en el debate sobre la financiación celebrado al día siguiente en Les Corts Valencianes.

Sus manifestaciones produjeron una reacción en cascada de casi todas las fuerzas políticas con sede en la capital de España pero también en Cataluña. Por si fuera poco, el líder de los socialistas valencianos también se permitió dejar entrever que la continuidad del máximo responsable del PSOE, Pedro Sánchez, sería "revisable" si no lograba gobernar tras las próximas elecciones generales.

Estas declaraciones, en concreto las referidas a Cataluña, no son especialmente nuevas por parte de Puig. La diferencia, sin duda, radica en el momento y lugar para realizarlas: poco después de las elecciones catalanas y en un desayuno de Europa Press en la capital de España.

Pese a las críticas y reacciones airadas por tierra, mar y aire, desde el PSPV y en el entorno más próximo al presidente de la Generalitat arropan a su líder en su discurso con proyección nacional. Precisamente uno de los mayores problemas que acarrea la Comunitat es, así lo admiten desde el Gobierno valenciano, el de la visibilidad.

"El cálculo del cupo vasco produce asimetrías entre los territorios", señaló Puig en RNE este jueves

Así, las palabras pronunciadas por Puig le pusieron en el mapa nacional el pasado lunes. Lejos de tratar de quitar hierro a sus declaraciones o intentar recular en días posteriores, el presidente valenciano sigue poniendo sobre la mesa sus opiniones en medios nacionales sin tapujos.

Este mismo jueves, en una entrevista concedida a Radio Nacional de España (RNE), Puig subrayó que el cálculo del cupo vasco "produce asimetrías" entre los territorios. En este sentido, subrayó que si en los últimos años la Comunitat Valenciana hubiera recibido la financiación media que tienen las comunidades forales -País Vasco y Navarra- eso le habría supuesto 9.000 millones de euros más al año. De nuevo declaraciones que no son nuevas en el ámbito autonómico pero que Puig proyecta también en medios nacionales.

En esta batalla, el jefe del Consell se vio respaldado también ayer por la vicepresidenta y portavoz, Mónica Oltra, quien respondió al lehendakari, Iñigo Urkullu, que manifestó horas antes: "Cualquier modificación unilateral del concierto económico del País Vasco es una línea roja que no podemos permitir que se traspase". Sobre esto, la número dos del Gobierno valenciano respondió: "La línea roja es que todas las comunidades tienen derecho a tener la misma financiación. A partir de ahí, todo es revisable".

Por otro lado, Puig anunció este jueves que remitirá una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para trasladarle el acuerdo alcanzado esta semana por todos grupos políticos de las Corts Valencianes y representantes de la sociedad civil en favor de una financiación adecuada para la Comunitat y pedirle la reunión que ambos tienen pendiente celebrar.

Un nuevo dardo dirigido a la capital de España que el jefe del Consell parece decidido a reiterar cuanto haga falta. En este sentido, y como ya apunta algún alto cargo próximo a Puig: "La gran ventaja es que quiere ser presidente de los valencianos y no tiene interés en llegar a ser ministro". O lo que es lo mismo, todo apunta a que la actitud reivindicativa por parte del máximo responsable autonómica continuará en la misma línea hasta que alcance los objetivos marcados.