VALENCIA (EP/VP). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, considera que el Concierto vasco "hay que respetarlo" pero que "el resultado del cupo no puede llevar a asimetrías como se produce en estos momentos".
En una entrevista en RNE recogida por Europa Press, Puig ha argumentado que si en los últimos años la Comunidad Valenciana hubiera recibido la financiación media que tienen las comunidades forales --País Vasco y Navarra-- eso le habría supuesto 9.000 millones de euros más al año.
Según Puig, si la Comunidad Valenciana estuviese en la franja "media" de las comunidades de régimen común habría recibido 1.300 millones de euros más al año y, en caso de estar en la franja alta, eso le habría supuesto unos 3.000 euros más anualmente.
El dirigente valenciano ha hecho hincapié en distinguir entre el Concierto, el régimen que regula la relación fiscal del País Vasco con el Estado, que "está recogido en la Constitución y es una singularidad del País Vasco que hay que respetar", y el Cupo, el cálculo de lo que la comunidad aporta cada año al Estado.
Así, ha subrayado que él es partidario "de que haya igualdad entre los ciudadanos a la hora de recibir los recursos públicos" y que para que se puedan prestar los mismos servicios debe haber una financiación autonómica "lo más homogénea posible".
Eso sí, ha puntualizado que no quiere "abrir un debate de confrontación" con otros territorios ni "quitarle nada a nadie", pero sí que los valencianos sean "tratados con igualdad".
"Nos sentimos marginados porque estamos sin ser comprendidos en nuestra situación", ha manifestado, para aludir al acuerdo del pasado martes del pleno de las Corts que aprobó por unanimidad de los cinco grupos parlamentarios, una propuesta de resolución por la que exige al Gobierno central una reforma "inmediata" del sistema de financiación autonómico, con efectos retroactivos a 1 de enero de 2014, el reconocimiento de la deuda histórica y un mecanismo para compensarla, además de la ejecución de inversiones en infraestructuras equiparables, como mínimo, al peso población de la Comunitat.
Se trata, según Puig, de una "histórica exigencia" de mejora de la financiacuón "sin pedir nada más que lo que corresponde" ya que, si no se reestructura la deuda, la Generalitat es "inviable". En todo caso, ha hecho hincapié en que es un problema "que nada tiene que ver con las banderas pero que existe".
Puig ha subrayado que no es una reivindación "victimista" porque la Comunitat quiere "aportar al conjunto de España desde nuetra posición amable y resposnable" y pide que la autonomía tenga "una mayor visibilidad" en el conjunto del Estado.
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal