Fotos: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. "España debe ayudar al azulejo". Esta frase, pronunciada por el president de la Generalitat, Ximo Puig, en la entrevista que dio este miércoles a 99.9 Plaza Radio en la bodeguilla de Castellón Plaza con motivo de las fiestas de la Magdalena, resume el sentir del Gobierno valenciano respecto a la situación de angustia que atraviesa la principal industria castellonense.
Es obvio que de la Comisión Europea dependen las medidas más importantes que pueden reducir el perjuicio que el coste del gas está provocando en el sector azulejero, pero también el Ejecutivo español debe implicarse en estas ayudas, y así lo remarca el jefe del Consell.
Respecto a las medidas que cree necesarias, Puig destaca en primer lugar "topar el precio del gas", y lo explica: "A estos precios está imposibilitando la actividad industrial en nuestras comarcas". Y esta es una decisión que debe adoptar Bruselas: "Pedimos que este fin de semana [cuando se celebra el Consejo de Ministros] se tome una decisión europea".
Pero los deberes del presidente valenciano no solo son para el Ejecutivo comunitario. "El Gobierno español también tiene que tomar una serie de decisiones", remarca. Estas las ha recogido el Consell en la carta que este mismo miércoles ha hecho llegar "a la ministra [de Asuntos Económicos, Nadia] Calviño con las propuestas valencianas al plan nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra; y ahí incluimos oxígeno con ayudas directas y un sistema de precios que haga viable a la industria cerámica".
En este último punto Puig se refiere a una serie de medidas impositivas que permitan reducir los costes energéticos, es decir, rebajas de los impuestos que lo gravan y/o de los peajes. Pero estas se deben analizar muy bien para que finalmente repercutan en el cliente final y no se queden por el camino, especifica.
