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debate de financiación en les corts

Punset (C's) disputa el liderazgo de la oposición a Bonig (PP)

La síndica del PP y la portavoz de Ciudadanos, que pugnan por un espacio electoral similar, exhiben dos estilos muy distintos a la hora de poner en apuros a Ximo Puig

7/10/2015 - 

VALENCIA. El debate sobre financiación celebrado este martes en Les Corts, además del importante -e inédito- consenso de todas las fuerzas políticas sobre la necesidad de una reforma del actual sistema, dejó algunas claves de lo que se espera en los próximos meses de cara a las elecciones generales que tendrán lugar el 20 de diciembre.

Así, las dos primeras intervenciones en la sesión que protagonizaron la síndica del PP, Isabel Bonig, y la portavoz de Ciudadanos (C's), Carolina Punset, dejaron entrever la pugna por un amplio e interesante espacio electoral.

Tras los comicios catalanes, donde la formación popular perdió ocho escaños respecto a 2012 y el partido de Albert Rivera ganó 15, pocos dudan de que la principal amenaza que Mariano Rajoy sufre para las generales es la fuga de votos hacia esta organización.

Con estos antecedentes y una cita con las urnas en el horizonte, la lucha entre PP y Ciudadanos por un electorado similar es un hecho. Pese a que Punset reivindicó ayer en el debate que su formación se sitúa en el centro y no en el centro-derecha, todo apunta a que el caldo de cultivo para C's en la Comunitat Valenciana se encuentra, precisamente, en el 27% de votantes que el PP consiguió retener en las elecciones autonómicas. 

Esa batalla, aunque Bonig y Punset apenas se enzarzaron entre ellas, se trasladó a las críticas hacia el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. En esta tarea, ambas exhibieron estilos muy distintos a la hora de poner en apuros al jefe del Consell, pero sí evidenciaron su deseo de desplegar en toda su amplitud la labor de oposición.

La síndica de C's, que protagonizó una intervención crítica pero mesurada, entró en escena con un reproche al jefe del Consell por su ausencia de la cámara en los últimos tiempos comparándolo con antiguos presidentes del PP. "En mi grupo no haremos oposición con eso", comentó Punset tras haber lanzado el dardo. A partir de ahí, la portavoz de Ciudadanos tejió un discurso con cierta habilidad para replicar a Puig acerca de las exigencias hacia Madrid. "Desleal España no, desleales PP y PSOE. No le diga a los ciudadanos que se solivianten con España, sino con PP y PSOE ", afirmó.

Punset, quien defendió que la solución respecto al modelo de financiación pasa por "igualarnos todos a la media", criticó que Puig se atribuyera el papel de "Robin Hood de los valencianos". En esta línea, la síndica de C's rebuscó en viejas intervenciones y votaciones parlamentarias para poner en apuros al grupo popular y al socialista, incluso leyendo los nombres de "los que no votaron a favor de cambiar los privilegios vascos y navarros". "Lloran en casa y pero fuera no votan", afirmó Punset, que incluso en cierto momento llegó a identificar a Puig con "la vieja política".

Bonig, agresiva y al límite  

Por su parte, la portavoz del PP, fiel a sí misma y tal vez motivada por la competición con Punset, salió a la trona como el 'bou' sale de toriles: furia verbal, fuego a discreción, gestos acusatorios, oratoria mejorable y argumentos a menudo discutibles. Así, la líder popular, que llegó a acusar de "clientelismo" a los socialistas en su intervención, admitió que su grupo apoyaría la resolución "por responsabilidad" y "para atender a las personas", un argumento más propio de Compromís.

Ya entrada en calor, acusó a Puig y a su partido de "doble traición" respecto a la financiación: una por la etapa de Joan Lerma al frente de la Generalitat en la que el ahora presidente fue jefe de Gabinete, y otra por la reforma del sistema abordada por Rodríguez Zapatero en 2009. Para apoyar su argumento mostró una foto antigua en la que aparecía Lerma con supuestamente Puig al fondo, una maniobra muy celebrada por su bancada. "Usted habla de crear el problema valenciano, pero usted está en el origen del problema. Menos llorar y más trabajar", remachó Bonig entre aplausos de los suyos, que terminaron poniéndose en pie para ovacionarla.

De esta manera, la portavoz popular evidenció una de las principales cualidades -así lo valoran en el PP-. Pese a pronunciar un discurso más bien atropellado y desmedido en este caso, encendió a su bancada, tal y como suele ocurrir en los mítines y actos que la tienen como protagonista, un hecho del que la formación popular había sido huérfana en los últimos años.

Ahora bien, queda por preguntarse si esa efectividad del discurso orgulloso de ser de derechas de Bonig moviliza y conecta con todo el electorado -un 54% en 2011- que hasta ahora había recogido el PP en la Comunitat. 

En cuanto a Puig, el tono de respuesta fue bien distinto para ambas síndicas. Mientras con Punset el presidente evitó la confrontación y le aseguró que estaban "de acuerdo en muchas cosas" aunque ella "no se diera cuenta", a Bonig le dedicó palabras más duras e irónicas: "El atrevimiento no tiene límites", afirmó Puig, quien agradeció las intervenciones de todos los portavoces "incluso a los que no habían aportado nada", en clara referencia a la portavoz popular.

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