TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Que eliminen ya el impuesto sobre sucesiones

7/05/2019 - 

Se acercan las elecciones municipales, autonómicas y europeas para gran parte de los españoles. Posiblemente en estos días de campaña electoral escuchemos bonitas promesas de los candidatos, por ello deberíamos aprovechar ahora para hacer nuestras reivindicaciones.

Como siempre, los impuestos son arma arrojadiza entre nuestros políticos y aquí es donde debemos ejercer nuestros derechos como ciudadanos y exigir la eliminación del doloroso Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (en adelante ISD).

Este impuesto, de carácter estatal, puede llegar hasta el 34% y, en algunas comunidades autónomas, ya ha sido prácticamente eliminado, es el caso de Madrid, Murcia y, recientemente, Andalucía.

¿Por qué tiene tan mala fama este impuesto? La gran mayoría de los ciudadanos considera que se trata de un impuesto injusto, de hecho, en la mitad de los países de la Unión Europea, en concreto en 15, no se aplica o es un impuesto residual.

Y consideran que es injusto, porque hace tributar por los bienes de la herencia que deja una persona tras su fallecimiento, bienes por los que el fallecido ya ha tributado durante toda su vida.

Para verlo más claro, pongamos un simple ejemplo; digamos que usted, tras años de esfuerzo trabajando, se compra una vivienda ¿Cuántos impuestos deberá pagar por ella a lo largo de su vida? ¿Y después?

En primer lugar, antes de comprarla usted ya habrá “pasado por caja” satisfaciendo el correspondiente Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) sobre las rentas obtenidas que luego utilizará para comprar la vivienda.

En segundo lugar, al adquirir la vivienda, deberá satisfacer un 10% por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o el correspondiente 10% por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) dependiendo de si la vivienda es nueva o usada, a lo que puede que se le añada, según el caso, el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD).

Además, en caso de que el inmueble no sea su vivienda habitual, todos los años deberá incluirla en su declaración del IRPF y tributar por ella en concepto de imputación de rentas inmobiliarias.

Por otro lado, los ayuntamientos también quieren una porción del pastel. Por ello le harán pagar, todos los años, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que, por cierto, siempre llega cuando menos te lo esperas.

cuando se vaya de este mundo, sus queridos herederos deberán seguir pagando, si es que aceptan su herencia

Y por último, si tiene la suerte de disponer de algo de patrimonio, puede que le toque volver a pasar por caja, cada año, para liquidar el Impuesto sobre el Patrimonio (IP), del cual no voy a hablar ahora, pues da para otro artículo.

Y pensarán: “Caray, aún no me he muerto y ya me han dado por todos los lados”. Pues sepa, que cuando se vaya de este mundo, sus queridos herederos deberán seguir pagando, si es que aceptan su herencia, porque es en ese momento cuando tendrán que enfrentarse al temido Impuesto sobre Sucesiones que, como comentamos más arriba, puede llegar al 34%.

Bueno al final, tras pagar aproximadamente 6 impuestos distintos ¡Ya puedo descansar en paz!

Quizá la gota que colma el vaso para los valencianos sea advertir que esto no ocurre en todas las comunidad autónomas y que somos, una vez más, unos de los perjudicados por tan injusto impuesto.

Todo parece indicar que “nuestros políticos” no tendrán la valentía de acabar con él y mirarán hacia otro lado. Baltasar Gracián, en relación a abrir los ojos a tiempo, decía: “Como son sordos para oír, no abren los ojos para ver”. Esperemos que no sea este el caso y sepan oír, ver y rectificar a tiempo.

Vicente Graullera es presidente de la Sección de Derecho Tributario del ICAV y Socio de PML Abogados, Grupo Asesor.

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