La histerectomía es la segunda operación ginecológica más frecuente, sólo por detrás de la cesárea.
VALÈNCIA. Las consecuencias de realizar esta intervención quirúrgica son muchas, ya que afecta directamente a la fertilidad femenina. De hecho, las mujeres que se someten a esta intervención no pueden quedarse embarazadas.
De ahí que tanto el abordaje como el tipo de histerectomía dependan de la patología a tratar, pero también de la edad y del perfil de la paciente.
Una histerectomía es una intervención quirúrgica con la que se extirpa el útero de la mujer, también conocido como matriz.
Una histerectomía puede ser total, donde se extrae el útero en su totalidad, o subtotal, donde se deja el cérvix o cuello del útero.
El cuello es la porción más caudal del útero, que se encuentra en contacto con la vagina, siendo la estructura que se dilata durante el transcurso del parto.
¿Por qué se realiza esta cirugía? ¿Cuáles son las causas más habituales?
Según la Dra. Carolina Lucas, ginecóloga de Quirónsalud Valencia, el objetivo principal de la histerectomía es aliviar síntomas de dolor, de sangrado o de ambas cosas, cuando otros tratamientos no han funcionado.
"La extirpación del útero se suele llevar a cabo por enfermedades benignas del útero. Algunas de ellas, como los miomas, se forman por un crecimiento anormal del tejido del útero, pero pueden provocar problemas y afectar a la calidad de vida de la mujer causando grandes sangrados e incluso, en algunos casos, llegando a dificultar los embarazos".
Otras causas habituales por las que los especialistas pueden recomendar realizar una histerectomía total o parcial, son:
"La edad es un factor determinante en cuanto a la frecuencia de cada una de las indicaciones", explica la Dra. Carolina Lucas. "En la edad reproductiva, las causas más frecuentes de histerectomía son los miomas o el sangrado uterino anormal. Tras la menopausia, lo más frecuente es someter a las pacientes a una histerectomía por un prolapso uterino o patología premaligna o maligna".
Cómo realizar una histerectomía depende de numerosos factores que ginecóloga/o y paciente deben valorar, entre ellos el tamaño del útero, su movilidad, la existencia de cirugías previas, la presencia de otras enfermedades o patologías, el peso corporal o las condiciones anatómicas individuales. La experiencia del profesional será determinante para encontrar el mejor abordaje.
Los tipos de histerectomía son:
Puesto que la histerectomía es una cirugía mayor, siempre requiere de anestesia.
"Se puede utilizar anestesia general en la que se duerme completamente a la paciente o anestesia locorregional, en la que la mujer estaría despierta, pero no sentiría dolor a nivel pélvico. La general se suele administrar en el caso de la vía abdominal ya sea laparotómica o laparoscópica y, la locorregional, en la vía vaginal", nos confirma la ginecóloga de Quirónsalud Valencia.
En las histerectomías parciales por causas benignas, los ovarios no se suelen extirpar, sobre todo en pacientes que todavía no han entrado en la menopausia. El motivo es que retirar los ovarios tendría consecuencias negativas, como la aparición de sofocos, el aumento de riesgo de enfermedades cardiovasculares o el aumento de riesgo de osteoporosis. Por eso se opta por permitir que los ovarios sigan realizando su función hormonal siempre que sea posible.
En las mujeres en la menopausia, quitar los ovarios también podría aumentar el riesgo de problemas de salud, como las enfermedades cardiacas, aunque los estudios a este respecto no son del todo claros.
En el caso de procesos malignos, quitar los ovarios dependerá del tipo de cáncer, su extensión y la edad de la mujer.
La Dra. Carolina Lucas de Quirónsalud Valencia recalca que, aunque extirpar los ovarios dependerá de estos factores (además del riesgo de la paciente de sufrir cáncer de ovario), lo que se suele realizar de forma rutinaria y de forma conjunta con la histerectomía es retirar las dos trompas de Falopio.
"Se trata de dos estructuras tubulares que salen del útero, transportan el ovocito y permiten la fecundación. El ovocito se produce mensualmente en los ovarios consecuencia de la ovulación. No tienen papel cuando ya no se desea o no se puede tener descendencia. Hoy en día, se sabe que extirpar las trompas en el momento de la histerectomía disminuye el riesgo de cáncer de ovario, no tiene repercusiones en la salud de las pacientes y no prolonga excesivamente el tiempo de la cirugía ni la recuperación posterior".
La primera consecuencia de realizar una histerectomía es que la mujer no podrá quedarse embarazada. "En nuestro país, las mujeres sin útero pero con ovarios pueden donar sus ovocitos de forma anónima, pero no con el objetivo de tener descendencia", explica la especialista.
Respecto al tiempo de recuperación después de una histerectomía, depende de varios factores, entre ellos el abordaje elegido o si la histerectomía es total o subtotal.
"La duración de la recuperación también depende de factores intrínsecos de la paciente, como su edad, su estado de salud y sus patologías previas. La recuperación en la histerectomía abdominal laparotómica suele ser de 4 a 6 semanas; en el caso de la vaginal, de 3 a 4 semanas; y en la histerectomía laparoscópica, de 2 a 4 semanas".
La mayoría de las mujeres no suelen necesitar tratamientos adicionales para mejorar su calidad de vida tras haberse recuperado de la intervención propiamente dicha. Además, tras la histerectomía las complicaciones postoperatorias suelen ser reducidas.
"Mención aparte merece la situación en la que se realiza la extirpación de los ovarios en los que puede ser necesario establecer un tratamiento hormonal. En el caso de los procesos malignos, puede ser necesario recibir un tratamiento antes y /o después de la cirugía. Las consecuencias derivadas de dichos tratamientos pueden requerir de estrategias terapéuticas individualizadas".
Psicológicamente, los efectos de esta intervención también pueden ser positivos.
"Los estudios demuestran que las mujeres pueden vivir una vida feliz y plena después de una histerectomía. Muchas de ellas se sienten mejor después de la cirugía, porque ya no tienen los síntomas que las molestaban antes", remarca la Dra. Lucas de Quirónsalud Valencia.
Las revisiones ginecológicas son recomendables a cualquier edad. Por eso, aunque se extirpe el útero en su totalidad, sigue siendo recomendable realizar revisiones ginecológicas. La periodicidad dependerá de la edad de la mujer, de sus enfermedades previas o de la sintomatología que presente.
Cuando la histerectomía realizada es subtotal y no se extrae el cuello uterino "es necesario continuar realizando citologías como cribado del cáncer de cérvix", confirma la Dra. Carlina Lucas.
En el caso que la cirugía se realice por patología maligna "se requiere un control más exhaustivo, y no solo por parte del o la ginecóloga, también por parte de los servicios de oncología, radioterapia, cirugía general, etc.".