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¿Qué es y cómo funciona el Ambient Marketing?

Se trata de una técnica publicitaria que transforma elementos urbanos para crear situaciones que llamen la atención

29/01/2016 - 

VALENCIA. El austero cartel del “compro oro” ha dejado su lugar a los disfraces, a los bailes y a la interacción, con unas pautas fijadas para provocar una reacción. Eso es el street marketing, del que hemos hablado en alguna ocasión. Pero ahora hablamos de una variante, también siguiendo estrategias y técnicas de marketing por cauces no tan convencionales.

Aquí hablamos del ambient marketing, que transforma elementos urbanos para crear situaciones que llamen la atención de los viandantes. Así, se podría decir que los elementos principales del ambient marketing son elementos que cumplen un fin en sí mismos y su relación con los usuarios.

Definición de Ambient Marketing

“La creatividad está en la calle, en cada rincón de las ciudades encuentras claros ejemplos de personas que, por distintas razones, consiguen llamar tu atención con humor. Esto, trasladado a la publicidad, genera una manera cercana e impactante de aproximarse al público”, cuenta la creativa Sandra Jerez, con experiencia en agencias como Contrapunto o La Chuice. El soporte se amplía convirtiéndose las calles en el nuevo escenario donde lograr captar la atención del transeúnte.

Dicho así podemos pensar que hablamos de Street Marketing, pero no confundamos los términos. Ambient Marketing y Street marketing son formas de publicidad que beben de la misma fuente: el Marketing de Guerrilla, es decir, estrategias de marketing que usan medios no convencionales y que basan su éxito en la originalidad, la emoción y el ingenio, más que en una gran inversión en espacios de publicidad. Eso sí, aunque nacen de la misma fuente estos dos conceptos tienen pequeños matices que los distinguen.

El ambient marketing busca sorprender al transeúnte a través de imágenes impactantes que utilizan como soporte el mobiliario urbano. A diferencia de la publicidad exterior convencional, en vez de utilizar soportes tradicionales como vallas, opis o marquesinas utiliza elementos poco habituales de manera creativa.

Los lugares deben ser, por así decirlo, insospechados y la finalidad es la de sorprender, esos son sus ingredientes principales. El Street Marketing se hace en la calle, pero no aprovecha los elementos de la calle, no se funde con él y reinventa los elementos cotidianos como sí lo hace el Ambient Marketing. Con los ejemplos quedará mucho más claro el concepto como tal.

Algunos ejemplos

El street marketing no aprovecha los elementos urbanos, sino que crea nuevos elementos para insertar el mensaje. Por ello, la principal diferencia radica en que el ambient marketing no intenta insertar un nuevo elemento publicitario en el entorno, sino que se funde con él.

Es una forma de reinventar los objetos cotidianos que ya están en el ambiente para darles un nuevo punto de vista creativo, no de incorporar nuevos elementos. Y para hacerlo hace uso de escaleras, árboles, aceras, pasos de cebra, semáforos y cualquier elemento urbanístico que todos vemos diariamente. O, por ejemplo, en una parada de autobús.

Ahí está el reto, en saber cómo actuar sobre ellos para que, de repente, nos llamen la atención y los veamos desde otra perspectiva.

El ambient marketing aprovecha también las infraestructuras de la ciudad para publicitar algo. Cualquier elemento del entorno es susceptible de ser utilizado para la promoción, alejándose de las vías más tradicionales como las tradicionales vallas publicitarias que todos conocemos.

El Ambient Marketing también podemos verlo en vehículos como los autobuses: seguro que todos nos hemos topado alguna vez con esa capa de vinilo microperforado que consigue buenos montajes publicitarios que consiguen llamar la atención en todo momento. E incluso bailando los propios elementos del semáforo.