MADRID. Volkswagen significa automóvil del pueblo y fue promovido por Hitler en los años 30 para competir con la pujante industria automovilística francesa e Inglesa.
Actualmente engloba marcas tan dispares como Audi, Seat, Skoda, Bugatti, Bentley o Porsche, además de la propia Volkswagen. Tiene 45 fábricas en más de 20 países, en España por ejemplo tiene la de Landaben en Navarra de Volkswagen y la del Grupo Seat en Martorell.
Esta larga introducción que probablemente muchos de los lectores ya conocerían es para significar la magnitud de este grupo, que vive sus horas más oscuras por el escándalo de las emisiones de sus motores diésel en todo el mundo.
Es complicado realizar un análisis financiero de la compañía en estos momentos, la firma ha provisionado ya 6.500 millones de euros para la reparación de más de 10 millones de vehículos de varias de las marcas del grupo, además puede tener que hacer frente a sanciones por parte de las autoridades, especialmente de las norteamericanas.
La consecuencias del problema son difíciles de evaluar en este momento, pero pensamos que una reducción significativa del dividendo o su supresión es más que factible. Tampoco es descartable que en los próximos meses se plantee un incremento de capital para robustecer los ratios de la empresa. Y tampoco sería descartable que se tenga que deshacer de algunos activos no estratégicos para conseguir recursos. La pregunta, por tanto, es una corrección de más de un 55% desde mayo es suficiente para todos los malos datos o el mercado exigirá precios más bajos para asumir el riesgo de compra.
Técnicamente está intentando dibujar un suelo en el entorno de los 100 euros. El problema es que con caídas tan bruscas como la experimentada aumenta la volatilidad y los movimientos suelen ser más amplios y es fácil quedarse 'pillado'. El precio de entrada lo estableceríamos en los 97€ con un stop en 85 que corresponde a los mínimos de septiembre 2011.
Para los más agresivos se podría intentar una entrada a los precios actuales para salir en los 145 euros que corresponde al principio del hueco que se dejó tras el descubrimiento del fraude de los motores, el stop lo mantendríamos en lo 85-88 euros.
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Ignacio Cantos es director de Inversiones de Renta Variable de ATL Capital