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Las valencianas Q’omer o Trendsplan forman parte del movimiento 

Qué implica ser un emprendedor B-Corp y el impacto que genera

11/04/2022 - 

VALÈNCIA. Forman parte de un reducido grupo de empresas adscritas a un movimiento a escala mundial que se orientan no solo a la obtención de beneficios económicos, sino también a la consecución de beneficios sociales y ambientales para el conjunto.

Del total de las 700 empresas que constituyen la comunidad B-Corp en Europa, 140 corresponden a España, aunque solo 110 son de capital íntegramente nacional. En el cómputo europeo, encabezado por Reino Unido, España figura en el quinto puesto de empresas B-Corp y el undécimo en el mundo, que no está mal. No parecen muchas pero, según los datos que facilita Pablo Sánchez, director ejecutivo de B Lab Spain, la organización sin ánimo de lucro que trajo el movimiento B-Corp a España, el impacto es notable.

“Entre todas las empresas B-Corp registradas en España, generan un total de 14.000 puestos de trabajo y una facturación conjunta que ronda lo 6.000 millones de euros al año. Hablamos también de empresas que, en el 85% de los casos, contratan a personas pertenecientes a algún colectivo vulnerable a lo que hay que añadir que el 73% cuenta con mujeres en algún puesto directivo y que un 74% de las mismas utilizan energías renovables en sus procesos”.

Algunas de las compañías que integran el selecto ‘club’ de las B-Corp en España son bien conocidas. En la lista aparecen, por ejemplo, los nombres de Ecoalf, Holaluz o Heüra, pero las hay también más pequeñas y menos conocidas.

Un proceso de selección duro

En la Comunidad Valenciana encontramos empresas adscritas al movimiento, como VacaValiente, una startup de origen argentino pero emplazada en Alicante que ha creado una marca de diseño sostenible recuperando sobrantes de la industria del cuero, 100% reciclado y creando productos que impactan; Q’omer, de ingredientes naturales bioactivos, y Trendsplant, una marca de moda sostenible y ecológica.

Estos últimos celebraban ellos mismos en el blog de su página web ser una empresa B-Corp. “ El proceso para obtener esta calificación no ha sido fácil, más de un año de trabajo duro. Además de esto, significa un reconocimiento al trabajo bien hecho y a formar parte de un conjunto de empresas concienciadas con el planeta y por hacer las cosas mejor”.  

Recuerdan también que, a partir de ahora, tendrán que estar sujetos a la revisión anual por parte de la organización B-Corp que exige a las empresas integrantes repetir todo el proceso de evaluación, desde cero, cada tres años para revalidar el sello.

Las transformación de las empresas más tradicionales

Cierto que, como dice Sánchez, ahora es más fácil que surjan startups que tienen en cuenta los principios B-Corp desde el origen, pero el objetivo de la organización es también ayudar a las compañías tradicionales a acometer el cambio. Asumir esta transformación implica la adopción de un nuevo modelo de gobernanza y gestión que ha de reflejarse en los estatutos de la empresa.

Para todas aquellas compañías interesadas en saber si se aproximan o no a los requisitos de pertenencia que exige del movimiento, la organización pone a su disposición una herramienta gratuita de autoevaluación con la que se miden más de 300 indicadores, adaptables a la tipología, sector y tamaño de las empresas. La puntuación mínima a obtener es de 80 puntos sobre un máximo de 200. Imposible iniciar el proceso de incorporación sin haber superado ‘la nota de corte’. 

Tras realizar el test de autoevaluación, la empresa puede encontrarse con dos escenarios. El de estar por debajo de la puntuación referida, en cuyo caso se proporcionan indicadores de buenas prácticas para mejorar, o la de haber superado la puntuación que da paso al proceso de verificación.

Aunque las hay de todos los sectores, son dominantes las organizaciones que se enmarcan dentro de los productos de consumo y las que ofrecen servicios a otras empresas.

Ventajas

En cuanto a las ventajas que puede reportar a una compañía disponer del sello B-Corp Sánchez señala varias. “Lo primero es que facilita la retención y la atracción de talento. A las nuevas generaciones les gusta trabajar en empresas con propósitos, algo que genera orgullo de pertenencia. Es también un elemento diferenciador de la competencia. De hecho muchas de las marcas incluyen el sello de B-Corp ya en el packaging. Pero tal vez lo más interesante sea la posibilidad de integrarte en una comunidad de impacto global muy activa que ofrece oportunidades de aprendizaje, colaboración y sinergias. En España tenemos un equipo que se dedica a dinamizar la comunidad”.

Tal vez estas sean las razones por la que el movimiento B-Corp en España experimente un crecimiento anual de entre un 40 y un 50% tanto en solicitudes de ingreso como en registros de autoevaluación. 

Cuestionado sobre si no es demasiado pequeña la cuota de entrada para una demanda creciente y el riesgo de convertirse en una comunidad muy exclusiva, Sánchez argumenta: “No se trata de convertirnos en un commodity para las empresas que quieran promocionarse. Hace falta un compromiso real y ajustarse a unos estándares de calidad muy elevados. Si bajamos la guardia para que entre cualquiera, esto no tiene sentido”.

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