Si bien ya hablamos de las nuevas “enfermedades” (o adicciones) que la tecnología ha traído consigo, como el FOMO por ejemplo, hoy venimos para hablar de una nueva, conocida como “smombies”. Se trata de una nueva modalidad generada por la dependencia al smartphone, que origina una serie de distracciones que pueden ser fatal para la persona que lo padece.
Y no, no es un hecho para tomarse a la ligera. Hace unos meses, una joven de 15 años murió atropellada por un tranvía en Munich. Ella cruzaba las vías absorta en su teléfono móvil. Tras hechos así, Augsburgo y Colonia ya han instalado semáforos en el suelo para la «generación que mira hacia abajo». Pero ¿en qué consiste exactamente este fenómeno?
Debemos remontarnos a 2012-2014 cuando los teléfonos inteligentes se convirtieron en una prolongación del cuerpo humano. Ya prácticamente no sabemos vivir sin él, sobre todo con la llegada de la tecnología 3G, la explosión de las redes sociales y nuestro querido WhatsApp. Es común ver a gente sentada en torno a una mesa cada cual con su móvil, o incluso es fácil ver móviles sobre las mesas, porque ir sin él podría desencadenar consecuencias fatales (o eso piensan).
Sea como fuere, la gran mayoría de usuarios, sobre todo los más jóvenes, viven ‘aquí y ahora’. Gracias a sistemas como geo-fencing y la geolocalización las marcas pueden ponerse en contacto con los usuarios que estén en un lugar y en un momento concreto para comunicarles ofertas, promociones o simplemente advertirles de su presencia. Otra oportunidad, como no, que se presenta para las empresas es la de crear contenidos adictivos y que inciten a ser compartidos. ¿Sabrán aprovechar la tendencia y la “adicción” de estos smombies?
Tal es la adicción, que la propia Dirección General de Tráfico alertaba en Twitter del peligro que representan los smombies para sí mismos y para aquellos que les rodean:
Porque un smombie es precisamente eso: “si alguna vez has estado a punto de chocar con una farola o de ser atropellado por caminar mirando al móvil, no lo dudes: ‘Smombie’ eres tú”, nos comenta acerca del término el consultor de marketing 2.0. Marcos Merino.
La explosión de la palabra como tal tuvo su origen el pasado mes de noviembre, cuando un jurado de la editorial alemana Langenscheidt (compuesto por jóvenes, periodistas, lingüistas y educadores) eligió ‘Smombie’ como “Palabra Joven del Año”. Muchos no se sentían identificados con la palabra, puesto que no solo no la habían utilizado nunca, sino que ni parecía haber rastro de ella en las redes.
Sin embargo, tal fue el grado de esta “polémica fabricada” que se dio difusión al concepto y acabó por instaurarse en el vocabulario popular. Ahora bien, ¿qué hechos exactos se han dado para que se asentara este término?
Es más que evidente que el ser humano ya ha hecho suya una conducta que, sin ser natural, ya casi lo es: ir caminando por la calle mirando el móvil con el riesgo de chocarse o no ver todo lo que se le pone por delante. A partir de ese momento, es cuando la ciudad reacciona. Así lo han hecho Colonia y Augsburgo, que instalaron luces LED en el suelo, a modo de semáforos que se encienden si viene un tranvía, en las zonas más transitadas de las ciudades.
Si bien es cierto que tan solo son pruebas piloto y que carecen de regulación legal, sí cabe reconocer que son el primer paso para hacer frente a una realidad que solo en ese país ya se ha cobrado al menos dos víctimas mortales. En marzo, una joven de 15 años fue atropellada en Munich cuando caminaba absorta en el móvil. El verano pasado, un chico de 19 años murió en circunstancias similares en la ciudad de Witten.
No son las únicas ciudades que han dado este paso al frente. En Suecia, concretamente en Estocolmo, disponen de señales que reflejan a la perfección a un smombie. Lo hacen para recordar a los conductores que transiten con la máxima precaución, pues es posible que se encuentre a peatones “enganchados” a sus dispositivos móviles.
Por su parte, Bélgica y China han preferido hacer carriles especiales. En Amberes, por un lado, fue una tienda dedicada a la reparación de móviles la que puso en marcha esta iniciativa al notar un preocupante incremento de clientes con aparatos rotos a causa de encontronazos en plena calle.
En Chongqing, por su parte, estos caminantes cuentan desde el 2014 con 50 metros de pavimento en exclusiva. Sobre los adoquines, teléfonos móviles pintados. El futuro (o incluso el presente) es esto.
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