VALÈNCIA. Quique Calabuig pone la máquina en marcha de su nueva marca Kaihōme, división inmobiliaria de su 'family office' Kaihō Capital. Y lo hace con la adquisición de un céntrico e histórico edificio en Ciutat Vella, que rehabilitará al completo para transformarlo en viviendas de alquiler de larga estancia. Un movimiento con el que el empresario valenciano busca sumar oferta al mercado en la ciudad y ofrecer nuevo producto, aprovechando el patrimonio edificado en el 'Cap i Casal'.
Concretamente, el inmueble fue adquirido a finales de 2022 y se ubica en la calle Pintor López, esquina con la plaza del Poeta Llorente. Consta de casi 1.000 metros cuadrados con dos fachadas y patio interior. Una de sus particularidades es su antigüedad como símbolo del patrimonio histórico de la ciudad. Y es que fue construido entre 1880 y 1881, según el proyecto del arquitecto Joaquim Mª Belda, en un solar proveniente de unos de los lotes resultado de la demolición del Convento de los Trinitarios tras la desamortización de Mendizábal. La licencia se solicitó el 12 de enero de 1880 y nueve días después fue concedida por el alcalde, Vicente Pueyo Ariño, que firmó el 19 de enero la autorización para su construcción.
Ahora, la intención es destinar sus 10 viviendas al alquiler de larga estancia. Para ello, se va a acometer una intervención completa e integral del inmueble, manteniendo su idiosincracia y singularidad, dado que se encuentra incluido dentro del catálogo del Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella. "Vamos a sacar toda la materialidad inicial y conservar todo lo que podamos", explica el empresario a este diario.
Por el momento, ya cuentan con la licencia de intervención, concedida en junio de este año por el Ayuntamiento de València. No obstante, la previsión es comenzar las obras durante el cuarto trimestre de este 2024, con una duración aproximada de 15 meses. La operación ha rondado los 4 millones de euros.
La filosofía de Kaihōme es precisamente poner el foco en la recuperación de edificios antiguos para destinarlos al alquiler tanto de larga como de corta estancia. Esa es la vocación con la que se presentó esta nueva marca hace unos meses. "Cuando iniciamos nuestra actividad residencial, decidimos poner el foco en la intervención sobre el patrimonio construido y en la revitalización del centro histórico. Lo habitual hubiese sido construir edificios de nueva planta, en zonas de expansión, pero entendimos que para ser fieles a nuestros principios, nuestro reto debería pasar por dedicarnos en cuerpo y alma a la rehabilitación de edificios protegidos, para recuperarlos y darles una nueva oportunidad volviendo a sus orígenes centenarios", subraya Calabuig.
Lo cierto es que esta no es la primera operación del family office, que lleva años en el sector inmobiliario con negocios tanto en el segmento de la promoción residencial como en el segmento terciario, gestionando cerca de 7.300 metros cuadrados, entre ellos 'el nuevo hub 'The Terminal’ en La Marina. Sin embargo, sí que es la primera operación con la nueva marca y el primer proyecto de rehabilitación integral sobre un edificio completo y catalogado.
"En Kaihōme focalizamos las intervenciones en la recuperación del patrimonio, trabajando en la obtención de una imagen cuidada, coherente y destacable que contribuya a generar espacios más vitales, memorables y significativos. Y ello siempre desde una perspectiva actual e integradora de los usuarios como factores a los que se dirigen nuestros proyectos", explica el empresario.
De esta forma, en este tipo de operaciones residenciales, Kaihōme aplicará criterios de sostenibilidad, sociales, económicos y medioambientales para mejorar la eficiencia energética de los edificios. También pretende potenciar su transcendencia pública, estética y funcional con el fin de contribuir a la revalorización de los edificios. Pero, además, esta actuación permitirá sumar nueva oferta de alquiler al mercado, en un momento en el que los precios están disparados por la falta de el stock disponible.