VALÈNCIA. Quirónsalud Valencia ha recibido al Valencia Basket en su cita anual con la campaña “Un juguete, una Sonrisa” en la que el club deportivo une sus fuerzas a Falomir Juegos, repartiendo de manera conjunta ilusión y juguetes entre los niños que se encuentran hospitalizados en los diferentes centros de Valencia en estas fechas tan señaladas.
La situación sanitaria actual ha impedido que este año se realice la tradicional visita de las plantillas profesionales para entregar personalmente los juguetes a los pequeños y pequeñas hospitalizados. En este caso ha sido Víctor Luengo, el eterno capitán taronja y actual responsable del departamento de Relaciones Institucionales y Primeros Equipos, el encargado de hacer llegar los juguetes de Falomir Juegos a las plantas infantiles de los diferentes hospitales entre los que se encontraba el Hospital Quirónsalud Valencia
Una vez realizada la entrega de los juguetes, ha sido el propio personal de los centros hospitalarios el que los ha repartido siguiendo todos los protocolos de seguridad e higiene para alegrar un poco estos días previos a la Navidad a los niños que tienen que pasar estas fechas tan señaladas ingresados.
Víctor Luengo destacaba tras la entrega que “a pesar de la situación y las restricciones que hay siempre queremos desde el Valencia Basket aportar un poquito de ilusión a estos niños que pasan las fiestas en el hospital. Es complicado porque no nos dejan venir con los jugadores y las jugadoras, que es lo que más alegría trae a los enfermos, pero creo que lo importante es el compromiso de seguir haciendo estas iniciativas y espero que podamos seguir haciéndolo durante mucho tiempo”.
Gonzalo Pin, jefe del servicio de pediatría del hospital Quirónsalud, señalaba que “la humanización de la medicina cada vez es más importante y especialmente en la pediatría y en el año en el que estamos, que los niños están sufriendo mucho. Tenemos mucha patología física pero también psíquica. Y que el Valencia Basket persistan en esta intención de tratar no solo la parte física sino también la parte afectiva de los niños para nosotros es muy importante porque mejora mucho su calidad de vida”.