La medida, que en realidad ya venía contemplada por la Lomce para este curso, no convence al resto de partidos
VALENCIA. La intervención del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en el debate de investidura en el Congreso ha pretendido ser conciliadora en lo que al ámbito educativo se refiere. En la práctica no ha dicho nada que no se supiera. El líder del PP ha anunciado que suspenderá los “efectos académicos” de las evaluaciones finales de ESO y del Bachillerato, más conocidas como 'reválidas', hasta que se alcance un Pacto de Estado por la Educación. Esto no significa anular los exámenes, sino que el resultado no será determinante para aprobar Bachiller, pero sí para ir a la Universidad.
Aunque Rajoy ha puesto las palabras en su boca este miércoles, un día después de la masiva huelga de estudiantes en varias ciudades españolas, el giro hacia la suavización de las pruebas ya era conocido. A principios de semana, se filtraba a la prensa un borrador de modificación, en el que se indicaba que solo tendrían que someterse a las reválidas aquellos alumnos que quisieran acceder a una enseñanza de Grado. No sería necesario, por tanto, si únicamente se aspiraba al título de Bachillerato. Pero es que la propia Lomce expone que las pruebas no son condicionantes para obtener los títulos este curso, sino a partir de 2017-2018, por lo que ahora solo se ha prorrogado.
El presidente en funciones ha utilizado este mecanismo de respuesta ante las palabras del portavoz de los socialistas en el Congreso, Antonio Hernando, quien le ha exigido un compromiso inmediato. En concreto, ha destacado la promesa realizada por Rajoy de lograr un Pacto de Estado por la Educación en seis meses y ha exigido que, mientras tanto, derogue la LOMCE y paralice las reválidas. A fin de cuentas, la desactivación académica de las pruebas ya era un acuerdo tácito al que el PP había llegado, de manera verbal, durante la etapa de negociaciones con Ciudadanos.
Es por ello que el anuncio de Rajoy, recibido con aplausos en el Congreso, no ha sido acogido de igual manera en la calle. En el marco de la Comunitat, el conseller de Educación, Vicent Marzà, se ha apresurado a afirmar que Rajoy “ha vuelto a hacer lo que hace siempre, hablar mucho y no hacer nada", ya que su anuncio sobre la suspensión de los efectos de las 'reválidas' "no tiene ningún efecto práctico". En este sentido, ha asegurado que la estrategia del presidente en funciones pasa por “decir que van a cambiar las cosas que ya están cambiadas”, cuando lo que se está demandado es que esas reválidas desaparezcan porque no tienen ningún sentido pedagógico”.
Como era de esperar, solo el partido de Albert Rivera ha visto con buenos ojos la confirmación de Mariano Rajoy, ya que va “en la línea de lo que se pedía y se negoció con el PP cuando se hizo el pacto para la investidura”, según ha afirmado Marta Martín, portavoz de Educación de la formación naranja en el Congreso. Por el contrario, tanto el PSOE, como Podemos e IU lo ven "insuficiente" y exigen la derogación por completo.
Así, el portavoz socialista de Educación en el Congreso, Manuel Cruz, ha denunciado que lo ofrecido por el presidente del Gobierno en funciones “es humo” ya que su intención es “cambiar las reválidas por un pacto de Estado que tenga la LOMCE como base”. En una línea muy similar se ha expresado el diputado de IU Alberto Garzón, quien ha indicado que el anuncio de Rajoy “hay que ponerlo en cuarentena”, dado que se hace “en el contexto de una investidura”. Además, recuerda que solamente ha renunciado a las reválidas "hasta que se produzca un Pacto de Estado en el que éstas podrían estar incluidas”.
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