VALÈNCIA/MADRID (X. A./AGENCIAS). El ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy se despidió este viernes con un emotivo discurso ante los más de 3.000 compromisarios del PP en el congreso extraordinario de la formación popular que decidirá hoy si su testigo lo recoge Pablo Casado o Soraya Sáenz de Santamaría.
Se esperaba con interés la intervención del hasta ahora máximo responsable popular por si de su discurso podían desprenderse pistas o incluso un respaldo explícito a uno de los dos candidatos. Una esperanza que albergaban con mayor intensidad en la candidatura de la ex vicepresidenta del Gobierno.
No obstante, el discurso de Rajoy brilló por su emotividad y estuvo centrado en poner sobre la mesa los logros bajo su mando del Gobierno y del partido. Así, habló del fin de ETA, la recuperación de la crisis económica, su actuación ante el independentismo catalán y otras ideas más relacionadas con sus sentimientos personales respecto a las siglas del partido.
Un discurso emocionante -y con poca autocrítica- que levantó en varias ocasiones de sus asientos a los compromisarios que abarrotaban la sala del Hotel Auditorium de Madrid, en el que apenas hubo frases que pudieran interpretarse como dirigidas a favorecer a alguna de las dos candidaturas en liza.
De hecho, una de las pocas reflexiones que dio lugar a la interpretación en la intervención de Rajoy fue su promesa de lealtad con el que le suceda en el cargo, a lo que añadió: "Y desde luego seré leal. Y todos sabéis que yo sé lo que es ser leal", un mensaje que, para algunos, estaba destinado implícitamente a su antecesor, José María Aznar, quien dejó en 2016 la presidencia de honor del PP y al que se le considera más próximo a la candidatura de Casado.
Más allá de este posible -o no- dardo, Rajoy aprovechó sus minutos de despedida para defender su gestión del conflicto catalán y proclamar que, aunque no fue "fácil", porque tuvo que afrontar una situación "sin precedentes", ahora "los responsables están respondiendo ante los tribunales o huidos".
Así, en su adiós del liderazgo del PP en el que empezó a militar en 1977 cargó, sin citarles expresamente, contra los que hacían ver que gestionar este asunto era "muy fácil" y "sabían lo que tenían que hacer". "Sobre todo -deslizó- después de que lo hubiéramos hecho nosotros".
Sobre esto, recalcó que la proclamación de independencia de una comunidad autónoma era algo insólito y que hubo que improvisar "hasta los procedimientos" para hacerle frente. "No era fácil, pero supimos arbitrar fórmulas para hacerlo y se hizo", apostilló, para repasar lo que considera éxitos de su gestión en este apartado: "El Gobierno autonómico que proclamó la independencia fue cesado, los responsables están respondiendo ante los tribunales o huidos, Puigdemont no ha vuelto a estar en el Gobierno de la Generalitat", enumeró, recalcando que, "por mucho que lo hayan intentado" tampoco han podido repetir como consellers los que le acompañaron en su desafío al Estado.
Pero antes, el expresidente del Gobierno comenzó su intervención dando las gracias. "No es fácil despedirse cuando se han compartido tantas cosas, ni es fácil dar las gracias cuando se tiene tanto que agradecer. Por mucho que diga, me quedaré irremediablemente corto", afirmó, antes de añadir que siempre será militante del PP.
"Me siento orgulloso de militar en el PP y emocionado por vuestro apoyo. He dado todo lo que he podido, pero eso no vale nada comparado con todo lo que he recibido de vuestra parte. He sido feliz con vosotros y espero seguir siéndolo en el futuro aunque de otra manera", aseguró el expresidente antes de ser aplaudido por todo el auditorio.
Por otro lado, Rajoy reivindicó como patrimonio de su partido la recuperación económica que ha experimentado España durante su mandato, al que llegó con la peor crisis económica de los últimos años. "No es que la hayamos corregido un poquito, la hayamos aliviado, no. Le hemos dado la vuelta por completo, y esto está en el haber del Partido Popular", recalcó.
En su último discurso como presidente del PP, Rajoy recordó que su gestión al frente del Ejecutivo ha permitido la creación de 2,8 millones de puestos de trabajo o que hoy haya 19 millones de afiliados a la Seguridad Social. "Nadie habla de ello ahora", lamentó Rajoy, quien aventuró que quizá sea "porque molesta reconocer que son consecuencia de la buena gestión".
Entre los aplausos de los compromisarios y dirigentes del PP que siguieron su discurso, Rajoy subrayó: "Hoy podemos decir con legítimo orgullo que España está mucho mejor que cuando llegamos al gobierno". "Nos sobra razón para decir que dejamos una España mucho mejor que la que nos encontramos. Incomparablemente mejor", añadió.
Previamente a su discurso, el PP quiso despedir al que ha sido su presidente en los últimos 14 años, con un vídeo que repasó su vida política y sus principales hitos, y que, además, incluía diversos saludos y elogios de mandatarios internacionales como Angela Merkel (Alemania), Antònio Costa (Portugal) o Enrique Peña Nieto (México).