VALÈNCIA (EP). La última paciente que quedaba ingresada en el Hospital La Fe de València tras el incidente del tren de Bejís (Castellón), como consecuencia del incendio forestal declarado a mediados de agosto, ha recibido el alta en el centro hospitalario, según han informado este viernes fuentes de la Conselleria de Sanidad.
Se trata de una mujer de 62 años que era la herida que presentaba mayor gravedad de todos y que, además de quemaduras tenía otras patologías previas, según la información facilitada en su día. El resto de heridos han ido recibiendo el alta progresivamente.
El incidente en el tren ocurrió el pasado 16 de agosto cuando un tren de Renfe que cubría el trayecto entre València y Zaragoza tuvo que interrumpir su marcha ante la proximidad del incendio de Bejís y regresar hacia la estación de Caudete. En este intervalo de tiempo, varios pasajeros bajaron del tren y resultaron quemados por el fuego que rodeaba la zona. Las versiones de los viajeros y de la maquinista de Renfe difieren en cuanto a cómo sucedieron los hechos.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segorbe (Castellón) abrió a mediados de octubre una causa para investigar los hechos después la recepción del atestado policial. El procedimiento está abierto inicialmente por los delitos de lesiones y daños, sin perjuicio de ulterior calificación, según informó en su día el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Unas once personas precisaron de asistencia a raíz de la detención del tren, entre las estaciones de Masadas Blancas y Barracas, y salir del convoy. Un varón de 56 años y un niño de cuatro fueron dados de alta la misma noche mientras que cinco mujeres y un hombre de entre 15 y 62 años precisaron de ingreso hospitalario en La Fe y el General de València tras sufrir quemaduras de distinta consideración --la mayoría graves-- y una fractura.
Según informaron en su día fuentes de Renfe, cuando el tren detuvo la marcha por la proximidad del fuego y con la intención de regresar a Caudiel, entre el momento de la parada y el retroceso, algunos viajeros, asustados, decidieron dejar el convoy y salieron de sus vagones, a los que volvieron algunos de ellos a entrar al verse "rodeados" por la proximidad del fuego.
De acuerdo con esta versión, la maquinista pidió a los viajeros que no bajaran del tren y se cambió con rapidez a la cabina trasera para hacer el retroceso a Caudiel, lo que evitó que se registraran más daños personales, ya que los pasajeros que permanecieron en el interior no sufrieron heridas. La compañía ferroviaria asegura que en ningún momento recibió notificación de posibles incidentes en la vía por el fuego.
Por contra, algunos viajeros han realizado declaraciones en las que aseguran que la maquinista no sabía qué hacer, accionó la palanca ante la petición de los viajeros que querían salir al verse rodeados por el fuego, saltaron a las vías y salieron corriendo al temer por su vida y se quedaban dentro del tren.
La Conselleria de Justicia defiende que el incendio forestal se convirtió en una "tormenta de fuego", "enormemente violento y errático" con velocidades de avance "absolutamente anómalas" y que el Centro de Coordinación de Emergencias "no pudo comunicar nada a ADIF porque no recibió ninguna notificación de ninguna medida referente a la suspensión de la circulación de tren".