VALÈNCIA. Casi un mes después de que se convalidara la reforma laboral en el Congreso de los Diputados empieza a notarse un punto de inflexión en el mercado del trabajo tanto a nivel estatal como en la Comunitat Valenciana. Así, si una de las principales premisas del decreto acordado por los agentes sociales y el Ministerio de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz, era reducir la temporalidad en las contrataciones, casi cuatro semanas después, los datos manifiestan que se camina en ese sentido.
Del total de nuevos contratos suscritos en el mes de febrero en tierras valencianas -142.594-, los contratos temporales suponen el 76,7% frente al 23,3% que constituyen los contratos indefinidos en cualquiera de sus modalidades -a jornada completa, parcial o fijo discontinuo-. Un claro cambio de tendencia frente a los datos registrados habitualmente, según los cuales casi nueve de cada diez contratos eran temporales y solo entre el 10% y el 15%, de carácter indefinido.
La reforma laboral, con una vacatio legis de tres meses, eliminó el contrato por obra o servicio, uno de los que más alimentaba la temporalidad y que ahora deja paso a contratos temporales para sustituciones, o por circunstancias imprevisibles de la producción con contratos de hasta seis meses o un año si lo permite el convenio. En caso de que ese aumento de la producción sea previsible -donde parece enmarcarse el sector de la hostelería-, sólo se podrá contratar a una persona un máximo de 90 días no consecutivos. Plazos, todos ellos, que si se exceden, convierten en fijo al trabajador en cuestión.
Así pues, tras aprobarse dichas restricciones, en la Comunitat Valenciana, los contratos por obra y servicio este mes de febrero se han reducido un 21%, tendencia a la baja precedida por reducciones similares en diciembre y enero. Este tipo de contratos, condenados a desaparecer en los próximos meses, alcanzaron su cima con más de 67.000. Suponían entonces el 35% de todas las contrataciones; ahora, apenas superan las 31.000 y suponen el 22% del total. También han reducido su presencia los eventuales: frente a rondar la mitad de los contratos y alcanzar el 53% en temporadas como verano o Navidad, en febrero fueron el 45%.
Por contra, los contratos indefinidos han absorbido la mayor parte del pastel laboral. En enero y febrero se incrementaron cada mes cerca del 40% y si acostumbran a ser uno de cada diez nuevos contratos, en febrero fueron dos por cada decena. También los fijos discontinuos han experimentado una tendencia similar. Esta modalidad, que la reforma laboral busca impulsar para que los sectores más estacionales eviten caer en la temporalidad y la precaridad, también crecieron un 88% en febrero y un 18% en enero. Así, doblaron sus cifras al pasar de suponer un 2% habitualmente, a rondar el 4%.
En ese sentido, el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, señaló este miércoles, tras analizar los datos ofrecidos por el Ministerio, que los datos reflejan "de manera contundente" los efectos positivos de la reforma laboral. Dirección en la que también apuntaron el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez, y el de Seguridad Social, Israel Arroyo.
Para ello, los datos "carecen de precedentes" y responden al efecto de la reforma laboral. "Hay un cambio de rumbo en los flujos de contratación", aseveró Pérez, quien explicó que es "el primer elemento, el indicio claro, de que por vez primera nuestro país, con el apoyo unánime de los agentes sociales, se toma en serio la lucha contra la precariedad y abandonamos esa anomalía que hemos sido para el conjunto de Europa".
Lo cierto es que, más allá de la reducción en la temporalidad, no todo son buenas noticias. La Comunitat Valenciana fue una de las nueve autonomías españolas que vio aumentar el desempleo en febrero, con 1.087 personas más desempleadas. Fue la tercera en la que más subió en términos absolutos por detrás de Andalucía -4.394- y Murcia -1.205-, aunque en términos relativos, el paro de la Comunitat apenas aumentó un 0,3% y fue la segunda donde menos creció en este plano, sólo por detrás de Cantabria (+0,28%)
Contrasta con datos de otras comunidades como la de Madrid, que lidera la reducción del desempleo con 15.770 personas menos en el paro (-4,43%); Canarias, que vio reducir la lista en 2.022 personas (-0,98%) o las Baleares, donde bajó en 1.931 personas (-3,55%). A nivel nacional, España redujo la lista de parados en 11.394 personas (-0,36%).