VALÈNCIA. Comerse los cubiertos para ser más sostenibles. Esta es la innovación de Hernán Hernández y Marta Maneja, fundadores de Gloop, una compañía que quiere terminar con el plástico de un solo uso a la hora de alimentarse. Estos amigos empezaron a emprender juntos en el Grado Leinn, enfocado en la puesta en marcha de proyectos y, ahora, impulsan un proyecto que por fin han aterrizado en el mundo empresarial.
Fue en el último año de estudios cuando hicieron un viaje a la India en busca de un proyecto innovador y sostenible y dieron con un emprendedor que impulsaba un producto similar. Con esa idea volvieron a España y decidieron diseñarla de forma que pudieran consumirla tanto veganos como celíacos.
Fue en la pandemia cuando empezaron a buscar un proveedor para desarrollar el producto, y optaron por uno en el norte de Europa. "Empezamos a validar en el mercado español, mandamos muestras a clientes potenciales y empezamos a recoger feedback", explica Hernández. Fue en mayo de este año cuando lanzaron el producto a la venta e hicieron una campaña para recoger información tanto del potencial cliente como del consumidor de helados, smoothies o similares.
Un producto que, en el caso de las cucharillas, está hecho de avena, con un sabor más neutro, y de fibra de cacao. También tienen pajitas de diferentes sabores: chocolate y vainilla para smoothies y batidos; y de fresa, limón y menta, enfocada a los cócteles.
"Estuvimos haciendo un ruta por la costa de Cataluña en las heladerías. Y a la vez que hacíamos eso, recogíamos información de los productos tanto de sabores como durabilidad, dureza o roturas", apunta Maneja. "Ahora, sabemos por dónde se rompe más la cuchara, por dónde menos o qué tipo de helado aguanta", explica.
La compañía ha calculado que una pajita consumida en un cóctel, puede dudar hasta 30 minutos a pesar de que el tiempo medio en beberse una elaboración de este tipo es de entre 10 y 15 minutos. Mientras, las cucharas están pensadas para utilizarse con productos como el helado y el café, al aguantar tanto el calor como el frío. "En caliente, duran 15 minutos o incluso hay gente que lo prueba con té. En frío, un helado o yogur helado, que son 15 minutos de consumo, la cuchara se va haciendo blanda en el proceso", apunta Hernández.
A día de hoy, se encuentran en conversaciones con una cadena de heladerías y con varios locales de València. Mientras, siguen planeando nuevos utensilios como tenedores o palillos.
En este momento, mientras son acelerados en Lanzadera, buscan posicionarse en España y estar en todas las autonomías con algún cliente, además de hacer testeos en Sudamérica. "Hay mucho interés en Latam, porque es un lugar en el que siempre es verano y el consumo de productos fríos es constante", reconoce Maneja.
Respecto al precio, aunque depende de la dimensión del pedido, señalan que su intención es competir con los cubiertos de madera ante la inminente desaparición del plástico. "Queremos democratizar los precios de estos cubiertos sostenibles. Ahora, nos compran heladerías que se lo pueden permitir o que va mucho con sus valores, pero queremos que nos tengan todo tipo de bares", aseguran.