VALÈNCIA. Repsol ya puede desmantelar la gasolinera del Parterre. El Ayuntamiento de València ha completado la tramitación del permiso correspondiente para que la empresa inicie los trabajos de desmontaje de los surtidores y las instalaciones. La intención es que estas operaciones se hagan más pronto que tarde, pero, como casi todo, deberá esperar, al menos, hasta que finalice el estado de alarma por la crisis del coronavirus.
Así, la empresa deberá acometer el desmontaje de las casetas, marquesinas y el aparato de aire y agua de manera manual, además de los surtidores y sus arquetas. Estas últimas se desgasificarán y se limpiarán, antes de ser rellenadas con arena limpia con el propósito de que las raices del ficus histórico que hay detrás puedan ocupar este espacio. Y lo mismo ocurrirá con las tuberías y los tanques que hay enterrados.
Huelga recordar que uno de los motivos por los que se quería acometer la retirada de la infraestructuras del Parterre es la cercanía de los surtidores del simbólico e histórico ficus, cuya salud corría serio peligro por estar sus raíces en contacto con los depósitos de la gasolinera. Estos, finalmente no se podrán extraer, si bien se vaciarán y rellenarán con arena después de que la comisión de Patrimonio municipal advirtiera de ello.
La zona de pavimento de adoquines, que actualmente se emplea para la ubicación de los vehículos que desean repostar en los surtidores se reconfigurará. Así, se dejará una zona verde con vegetación rastrera y se extenderá, en el resto, una capa de pavimento flexible para igualar su acabado al resto del pavimento existente en la Plaza de Alfonso el Magnánimo.
La concejalía de Urbanismo advierte, sin embargo, que si en el transcurso de las actuaciones se hallaran restos arqueológicos, las obras deberán paralizarse "el tiempo preciso para acometer las indagaciones complementarias o para el examen y extracción de las muestras necesarias.
La pregunta ahora se centra en cuándo se podrían iniciar las obras. El convenio suscrito entre el consistorio y Repsol para retirar las infraestructuras deja sin efecto un acuerdo del anterior gobierno municipal según el cual la compañía trasladaría estas dos gasolineras a dos parcelas municipales en Tarongers y la avenida Antonio Ferrandis.
Una propuesta que no convencía al actual ejecutivo local, que decidió replantear el pacto: se hará lo propio con unos terrenos ubicados en Benimaclet, de modo que el consistorio no tendrá que ceder suelo público. Esta parcela, de más de 1.000 metros cuadrados, verá la construcción de estas gasolineras. Y cuando se consume la instalación de los equipamientos en Benimaclet, se procederá a la retirada de los del casco histórico. Por el momento, la licencia para la implantación de las gasolineras en aquellos terrenos ya está pedida, pero todavía no ha finalizado su trámite, según explican fuentes consistoriales.