OVIEDO (EFECOM). El Grupo Caja Rural cerró 2022 con 602 millones de euros de beneficio neto, un 21,4 % más que el ejercicio anterior, y espera superar los 700 millones este año, a pesar del contexto de "incertidumbre" existente y bajo la premisa de ser "conservadores". Así lo han destacado este viernes los responsables de la entidad con motivo de la celebración en Oviedo de su Consejo Nacional, al que han asistido los presidentes y los directores generales de las cajas rurales que lo conforman.
El Grupo Caja Rural, que cuenta con 2.340 oficinas y 9.500 trabajadores, cerró el ejercicio con 91.515 millones de total activo, un patrimonio neto de 7.345 millones, una ratio de mora del 2,76 % y una ratio de cobertura del 99,54 %. El secretario general de la Asociación Española de Cajas Rurales, Raúl Lorenzo, ha destacado que la evolución financiera de grupo no presenta "grandes altibajos", sino que se mantiene "estable" a lo largo de los años. Al mismo tiempo, ha puesto en valor que la entidad ha abierto oficinas en poblaciones en las que "otros se van" con el objetivo de no contribuir a la exclusión financiera de sus habitantes.
Los responsables también han analizado el contexto macroeconómico y han subrayado que desde el punto de vista monetario "es aún de incertidumbre", al estar sobre la mesa "elementos clave" por parte del Banco Central, según ha comentado el director general del Banco Cooperativo, Ignacio Benlloch. Según ha dicho, la previsiones apuntan a que los tipos de interés pueden subir "algo más", mientras que inflación nominal "se van tranquilizando" y la subyacente "puede ser motivo de preocupación". La parte positiva, ha comentado, es que hay un "crecimiento bastante más sólido" y se atisban "oportunidades de negocio" que serán "bastante estables".